Renovación “En estos últimos dos años de crisis, aprendizaje y transformación vertiginosa se abrió la puerta de una nueva era para la humanidad, el 2021 fue el año uno”. McCann Worldgroup Fernando Fascioli, presidente McCann Worldgroup Latinoamérica y Caribe Después de grandes crisis se abren espacios para transformaciones significativas. Sabemos que la mitad de las personas a nivel global cree que el mundo cambió para siempre después de esta pandemia y seguramente es la mitad del mundo que no se habrá equivocado cuando hagamos un balance en 3 o 5 años más. En definitiva, -parafraseando la visión de 1984 que planteó Macintosh para su icónico lanzamiento- ‘2020 no fue como 2020’, pero esta vez no fue el diseño de un nuevo sistema operativo sino un virus microscópico que catalizaría un cambio global. En estos últimos dos años de crisis, aprendizaje y transformación vertiginosa se abrió la puerta de una nueva era para la humanidad, el 2021 fue el año uno. Este contexto ha sido fértil para que las marcas capaces de leer el cambio en la gente e integrar transformaciones profundas capturen más valor y tomen posiciones de liderazgo, en la mayoría de los casos de la mano de la tecnología. Charles Darwin describió en su estudio de la evolución que no es el más grande ni el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive, sino el que mejor sabe adaptarse a los cambios. El mundo cambió, en el primer año de una nueva era la intención estratégica para integrar lo aprendido en lo que sigue de manera sostenible es un acelerador para capturar valor. Las marcas que fueron capaces a lo largo de 2021 de dejar atrás el modo crisis para invertir en las oportunidades de diseñar y ejecutar un futuro sostenible en su relación con la gente avanzaron más. En definitiva, el trabajo más eficaz fue aquel capaz de construir nuevos puentes entre la verdad de las marcas y lo que de verdad importa a la gente hoy, esto es algo que no podemos perder de foco en 2022. Observamos también cómo se profundizan y se vuelven más consistentes a lo largo del mundo las señales de renovación en los ejes de poder, de gobernantes a ciudadanos, de marcas a usuarios, de empleadores a empleados. Tres de cada cuatro centennials a nivel global siente que su generación tiene el poder de influir en las acciones y comportamientos de las marcas para mejor y 81% celebra el poder de la diversidad y cree que la mejor manera de resolver un problema es juntar a un grupo de personas que se ve y piensa diferente. Estos comportamientos definirán el mundo que sigue. Es un momento darwiniano para marcas y marketing. Destacarán y se consolidarán en la nueva era las que pongan foco en servir, presenten un propósito valioso en su actividad y valoren en cada interacción con los usuarios hacer las cosas bien. La colaboración en todos los niveles, empresas e individuos, sector público y privado, será protagonista junto a un genuino interés por las personas y su comunidad. En este marco, hay exigencias claras de las audiencias, manifiestas al notar los avances de compañías diseñadas desde las expectativas de la gente. La cercanía es vital, se debe ser competitivo en el ámbito físico, digital y en lo humano. Por ejemplo, el valor de lo local como forma de proteger la identidad ha cobrado gran fuerza. También la relevancia resulta esencial, entender un contexto de cambio permanente y utilizar la ciencia de análisis de datos para profundizar conexiones más personalizadas e innovar efectivamente mientras mantenemos al individuo en foco todo el tiempo. Y sin duda el propósito es importante, 77% de las personas cree que las marcas tienen más poder para hacer el bien que los gobiernos. Esta es una señal y una oportunidad para que el marketing sea un aliado de la gente mientras ayuda a las marcas a ganar un papel significativo en la vida de las personas. REDES