Tensión entre lo individual y lo colectivo Tensión entre lo individual y lo colectivo Moderar el consumo y volver lo natural Moderar el consumo y volver lo natural Metaverso y economía de creadores Metaverso y economía de creadores Preguntas y más preguntas Preguntas y más preguntas Cuidar con sensibilidad Cuidar con sensibilidad Tensión entre lo individual y lo colectivo El auge del individualismo, la independencia y el ansia de un mayor control sobre su propia vida son algunas de las características que fueron adquiriendo las personas y que las compañías deben tener en cuenta a la hora de definir su propuesta de valor para atraer y retener talento. Esto se interrelaciona con una creciente humanización del trabajo, fruto de la unión entre la vida personal y profesional. Las personas se preguntan quiénes son y qué es lo que les importa, quieren controlar cómo y a qué dedican su atención y su tiempo. En este marco, las empresas se enfrentan a la necesidad de encontrar un equilibrio entre la flexibilidad que ofrecen a las personas y las necesidades del equipo. El creciente individualismo, impulsado por una mentalidad que pone el “yo” por delante del “nosotros”, plantea nuevos retos y oportunidades para empresas y marcas. Moderar el consumo y volver lo natural La escasez, el desabastecimiento, los retrasos en la distribución, los desastres naturales, desde grandes inundaciones hasta incendios devastadores, están impulsando un cambio en nuestra forma de ver las cosas, sobre todo en lo que se refiere al medio ambiente. Las marcas deberán bregar por un equilibrio entre rentabilidad y sostenibilidad. Muchos consumidores pondrán en la balanza la protección del planeta y las necesidades básicas de sus familias a la hora de tomar decisiones de compra. Las marcas deberán liderar una nueva mentalidad que desvincule la innovación del concepto de novedad y generar nuevo valor para los clientes con servicios que fueran más allá de la vida útil de un producto. El objetivo es aumentar la resiliencia de nuestro planeta y de la sociedad para detener e invertir el deterioro medioambiental. Replantearse el concepto de abundancia es un primer paso importante. El segundo es empezar a colaborar con otros miembros del ecosistema para luchar contra el cambio climático, que es el problema más acuciante. El metaverso no es tanto una inmersión en un mundo de fantasía con dragones y unicornios como una superación de los límites físicos para pasar tiempo en un espacio virtual que es una versión o prolongación de la vida real. Metaverso y economía de creadores La fiebre del metaverso se está extendiendo por todo el mundo, con promesas, ilusiones e incógnitas, pero con la expectativa de convertirse en un espacio en el que personas y marcas podrán interactuar, crear, consumir y ganar dinero; con el potencial de ser la nueva evolución cultural. Creadores y artistas están registrando activos digitales como fotografías, vídeos, música y arte en tokens no fungibles (NFT). Será imprescindible tener en cuenta los aspectos éticos desde el principio. Los daños causados por la actual experiencia de Internet son evidentes, por lo que las organizaciones deberán ser más transparentes y tratar de hacer mejor las cosas. A la hora de aprovechar las oportunidades que ofrece el metaverso, las marcas deben tener muy presentes cuestiones como el control de comportamientos, la sostenibilidad y la accesibilidad. A medida que las marcas vayan aprovechando las oportunidades que ofrece el metaverso, será conveniente que se abra un debate ético sobre quiénes son y qué hacen allí las personas. Una marca no es más que un montón de promesas y, ahora más que nunca, los clientes quieren saber más sobre esas promesas. También esperan que las marcas cumplan lo que prometen. Por lo tanto, los niveles de información que una marca decida compartir con sus clientes deben ser una demostración palpable de ese cumplimiento. Preguntas y más preguntas Si no sabés la respuesta… Googleala. El gigante de las búsquedas tiene tan solo 24 años y revolucionó nuestro acercamiento al mundo de las preguntas y respuestas inmediatas. Sin embargo, la proliferación de canales y fuentes de información hace que crezca el escepticismo frente a las respuestas recibidas. Quienes consigan superar ese reto se ganarán la confianza de los consumidores y tendrán una ventaja competitiva, advierte el informe. Los altos índices de lenguaje incendiario, falta de integridad, desinformación y politización de todo han acelerado la pérdida de confianza en expertos y gobiernos, pero la confianza sigue siendo fundamental. La gente quiere y necesita confiar en todas las fuentes de las respuestas que buscan. Traducido a las marcas, el consumo responsable sigue creciendo, con especial énfasis en valores éticos y sostenibilidad. Se hace más preguntas que necesitan respuesta en el punto de venta, sobre temas como el tratamiento ético de trabajadores y animales o el comercio justo. Las marcas tienen que saber cómo dirigir ese diálogo. Preocuparse por los clientes genera confianza. Significa reaccionar en los momentos que cuentan, crear nuevos servicios y aprovechar la tecnología. Cuidar con sensibilidad El cuidado en todas sus formas adquirió mayor relevancia que nunca, hacia nosotros mismos y hacia otras personas, la prestación de cuidados y los canales para hacerlo, tanto digitales como físicos, se exacerbaron con la pandemia y se convirtieron en una prioridad. Hoy las organizaciones tienen que definir cómo quieren incorporar el cuidado a sus prácticas y productos, tanto para empleados y clientes como para la sociedad en general. Las marcas tienen que reaccionar en los momentos que cuentan, crear nuevos servicios y aprovechar la tecnología de una forma apropiada. Entre las sugerencias que se plantean en el reporte, se incluyen: Ampliar el concepto de accesibilidad. Dar prioridad a la seguridad y el bienestar mental. Explorar el diseño multisensorial para fomentar la inclusividad. Reevaluar en detalle la experiencia del empleado. Diseñar pensando en la salud para que sea parte de los sistemas.