uando el astro del fútbol Cristiano Ronaldo hizo a un lado dos botellas de Coca-Cola y levantó en su lugar una de agua en una conferencia de prensa del campeonato europeo el mes pasado, Coke perdió 4.000 millones de dólares en valor de mercado de la noche a la mañana. Este es un hecho admonitorio para todos los influencers de marketing. Según un reporte de Advertiser Perceptions, el 25% de los anunciantes que utilizan influencers gastó más (un promedio del 22%) en la práctica durante la segunda mitad de 2020, y todos los signos apuntan a una creciente confianza en las celebridades, desde atletas hasta actores. Como resultado, menos marcas tendrán algo valioso para ofrecer cuando intercepten a los consumidores sobre bases de tiempo real. En el mejor de los casos, las celebridades les dan a las marcas un interés prestado. Pueden hacer crecer el interés, pero con sus voces. Cuando la campaña o el contrato se termina, se retira ese interés. En con-traste, cuando las marcas crean sus propios perso-najes, esas personalidades se sostienen. Flo para Progressive, Clara Peller para Where’s the Beef son auténticos; ellos están construidos para divulgar la posición de la marca y la proposición de valor. C