xiste actualmente una economía de bienes digitales o merchandising virtual como señal de estatus. Por ejemplo, el caso de Louis Vuitton con League of Legends, o Animal Crossing, donde hay tiendas oficiales, pero también “reproducciones” de ropa de diseñador. Lo interesante de esto es que aún entre marcas que parecen disímiles, que a simple vista no tienen la misma audiencia, los gamers comparten interés por tener cosas valiosas, por expresarse frente a sus pares. Según Vogue Business, varias casas de moda premium se están acercando al lan-zamiento de sus propios NFT Non -Fungible Tokens’ (es decir, activos digitales a los que los usuarios les han conferido un valor determinado). La medida sigue la tendencia emergente de crear geme-los digitales de productos y servicios en los mercados de estilo de vida y entretenimiento, como piezas de arte, música, artículos de la cultura pop, entre otros. Los NFT de moda para juegos y realidad virtual ya son un hecho, con varias empresas que crean prendas de vestir digitales para usar en ambos mundos. A princi-pios de año, Enjin se asoció con la plataforma de reali-dad aumentada MetaVerseMe para implementar NFT de moda para avatares digitales en esta última. E