Oriundo de Cali, Colombia, sus inicios en la publicidad fueron a una temprana edad. Tenía 16 años. “Entré en una agencia que me abrió las puertas. Me enamoré de la publicidad, las ideas, el craft, la dirección de arte. Pero, con 17 años, pen-saba que en Cali no pasaba mucho. Empecé a mostrar mi portfolio. Quería irme a una multinacional”, cuenta Macías. Y agrega: “Me llamaron de Ogilvy. El presidente era un brasilero y alguna cosa vio en este chiquitín de 17 años. Cuando me llamaron para darme las instrucciones de cómo seguir, me di cuenta de que era en Bogotá. Así que con 17 partí rumbo a Bogota. Fue un curso intensivo de madurez. Tres años vivien-do solo. Había dejado a mis amigos, familia, perro, todo. Fue increíble. Fue una experiencia interesante. Ese señor, para bien o para mal, puso mucho foco en mí, entonces yo tenía mucho trabajo. Y eso fue espectacular porque me permitió trabajar con personas maravillosas”. Vivir en una galería de arte