que pueden llegar a describir los sentimientos que azo-taron a la sociedad en el 2020. “Cuando transitas al borde del abismo, conocés a las personas tal cual son”, dijo Ale-jandro Terzi, socio fundador y presidente de Ignis Media Agency. Y agregó: “Me atrevo a asegurar que la conducción de una empresa dependió más que nunca de lo que hasta ahora se llamaron “soft skills”, cada vez será más impor-tante el desarrollo emocional de los líderes de una organi-zación, mucho más que las habilidades duras”. Lo mismo ocurre con las marcas. Hoy en día, más allá de adquirir un pro-ducto, los consumidores buscan mucho más de una marca. Depositan en ellas su confianza, persi-guen experiencias que les permitan ser cocreadores de su cultura y esperan un propósito de marca real alineado con sus valores. “La gente se encontró tan frágil y amenazada que real-mente separó la paja del trigo: las marcas que represen-tan valores reales y que viven en sociedad de las que son más superficiales y viven a pesar de la sociedad. Creo que la construcción de la marca en la pospandemia se hará desde estos puntos, desde estos valores”, sostuvo Romano. En medio de este contexto, donde también se vieron acele-rados los procesos de digitalización, algo permanece inmu-table: el valor de lo humano. El equilibrio entre el liderazgo empático, con el ser huma-no en el centro, para dirigir los entornos digitales, les per-mitirán a las marcas surfear la ola que dejará la pandemia y salir de ella con un impacto positivo y duradero. Propósito: reafirmar el objetivo A medida que los clientes se sienten cada vez más identificados con las marcas que representan sus valores, las empresas que actúen con un propósito claro y bien definido tendrán más probabilidades de éxito. Son capaces de responder más rápidamente en tiempos de incertidumbre al simplificar los procesos de decisión porque saben cómo invertir, cómo involucrar a sus empleados y cómo satisfacer las necesidades de sus grupos de interés. Agilidad: acelerar procesos tecnológicos El contexto actual ha puesto a prueba los modelos de negocio de una manera sin precedentes y ha dejado claro que la agilidad es crucial para el éxito de una organización. En este sentido, las tecnologías digitales pueden permitir que las empresas respondan de una manera más ágil cuando las cambiantes expectativas de los clientes chocan con las necesidades del mercado. Ahora es más importante que nunca acelerar -en lugar de reducir- la inversión en tecnología. Human experience: humanizar el servicio A medida que el mundo se vuelve más tecnológico y digital, la gente se limita a enviar un correo electrónico, un mensaje por redes sociales o a enviar un regalo por internet. Sin embargo, al profundizar en las necesidades de los clientes, los empleados y el resto de stakeholders, las empresas pueden crear herramientas, servicios y dispositivos que mejoren la vida de las personas. Confianza: cumplir las promesas Construir una relación de confianza lleva años, pero puede destruirse en solo unos segundos. La confianza se construye sobre la promesa de una marca y la entrega de su producto o servicio. Incluso en los tiempos más turbulentos, cuando la entrega cumple con las expectativas, las marcas construyen su confianza. Cuando la brecha entre la promesa y la entrega se dilata, la confianza se rompe y la reputación se resiente. Participación: involucrar al consumidor Los clientes están interactuando con las marcas más que nunca, desde una opinión de producto hasta la cocreación de contenidos. Las empresas deben pensar en los clientes de forma estratégica, como embajadores de marca y colaboradores para mejorar su tasa de interacción. Fusión: Alianzas Estratégicas Las organizaciones pueden ofrecer un mejor servicio a sus clientes creando experiencias innovadoras a través de alianzas estratégicas e intersectoriales. La fusión representa el arte de reunir nuevas asociaciones empresariales, conocimiento de los clientes y plataformas digitales para crear ecosistemas que aborden las necesidades humanas de manera más holística. Talento: el activo más importante A medida que la pandemia ha cambiado la forma de trabajar, las organizaciones se han centrado en hacer de su activo más valioso, su talento, una fuerza estratégica. Tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) liberan a los profesionales del marketing de la ejecución más táctica, dejándoles margen para innovar y generar ideas creativas.