“No sobra reiterar el llamado a reafirmar el compromiso con la ética y la consiguiente autorregulación en esta industria de los contenidos, como elemento transversal a todos los sectores que la integran, de manera que la autoridad que regule el entorno digital, más allá de la inteligencia artificial y ya en el metaverso, sea nuestra propia conducta”, agregó Tapias. Y concluyó recordando que “Sostenibilidad viene de sostener y que ello no es otra cosa que defender, apoyar, proteger, amparar y, finalmente, permanecer”. Sebastián Arrechedera, Roberto Ramírez y el valor del miedo El VP senior de marketing y comunicaciones de Mastercard Latinoamérica y Caribe dialogó, en un escenario de +CTG, con el fundador y CEO de Rainbow Lobster como si ambos estuvieran realmente sentados en una mesa de la terraza de El Martínez real, el de Cannes: la diferencia fue el público en vivo, que rió y aplaudió en partes iguales y convirtió la experiencia en casi una obra de teatro. Cuenta el Pana Arrechedera: “Después de haber sido vicepresidente de Bacardí en Norteamérica y director global de rones, hoy es el vicepresidente senior de marketing y comunicaciones para Latinoamérica y el Caribe en Mastercard, y lidera el equipo que le está dando vida a la expansión de la plataforma de experiencias Priceless y la estrategia multisensorial de la marca”. “Uno de los profesionales más innovadores de la región, que este año ganó el Premio Marketer Latam, en la categoría Marketer regional/global, que entregan Scopen y Marketers by Adlatina, y que ha revolucio-nado marcas como Bacardí, Coca-Cola, José Cuervo y Heineken”. “Esa noche de Cartagena transportamos la mesa más grande que ha habido en El Martínez a Cannes para platicar de una de las campañas que mejor recuerda Roberto, que incluye teatro y ron. Seguimos hablando del valor del miedo en temas de innovación y de cómo Mastercard se ha reinventado gracias a los sentidos”. PARA ESCUCHARLO: #80. Roberto Ramírez. El valor del miedo. El último día de +CTG, el congreso de economía crea-tiva realizado en Cartagena de Indias el 27 y 28 de octubre pasados, se presentó el panel Colectivos de mujeres creativas, integrado por la colombiana Patri-cia Fernández, representante adjunta de ONU Mujeres en Colombia; la española Marta Lugrís, socia fundado-ra de Más Mujeres Creativas y cofundadora de Madrid Content School; la colombiana María Camila Pava, fun-dadora de Somos Colectiva en México, país en el que reside; y la colombiana María Fernanda Morales, chief strategy officer de Grey Colombia. Apenas iniciado el diálogo con el público presente, las cuatro contaron que habían estado conversan-do previamente durante un largo rato y se habían puesto de acuerdo en “vestir” la presentación con un concepto-paraguas que a todas les parecía el mejor modo de encarar los cambios que necesita enfrentar la industria publicitaria en busca de una igualdad que todavía está a décadas de alcanzar: “Cuando las muje-res avanzamos no retroceden los hombres, avanza la sociedad” fue la frase, pronunciada a mitad de este año, en una entrevista periodística, por la española Marta García Valenzuela, que en LinkedIn se presenta como “socia en Talengo, experta en liderazgo sosteni-ble y diversidad, responsable de la comisión de men-toring y diversidad en WAS, patrona de la Fundación Alianza por la Solidaridad y autora del libro Héroes de la diversidad”. “Para mí, lo que más impacta del desequilibrio de género en que vive el mundo desde tiempo inmemo-rial es la data ―arrancó Marta Lugrís, compatriota de García Valenzuela―. A nivel global, las marcas que no tienen un respeto especial por el papel de la mujer valen 20 mil millones de dólares más que las que sí lo hacen. Ante algo así de contundente, pareciera no haber nada que hacer y es muy fácil caer en la deses-peranza, que es uno de los grandes temas contra los que luchamos”. “Sumándome a los datos alarmantes ―intervino Pava, gestora de un emprendimiento feminista como exi-liada en México―, agrego que, de continuar la tasa de progreso actual, el tiempo que se supone que van a tardar América Latina y el Caribe en alcanzar la igual-dad entre hombres y mujeres es 74 años. ¡Falta muchí-simo!”. “Para mí, lo que más nos falta hoy es un sentido de urgencia, justamente ―terció Fernández, representante local de la división femenina de la Organización de las Naciones Unidas―. La pandemia ha hecho retro-ceder a la sociedad algo así como cien años, a mí me parece gravísimo”. “Yo pienso en mi día a día como publicitaria ―aportó la planner Morales―, y confieso que me impacta estar sentada en las reuniones de presentación interna de campañas, antes de que salgan a la luz y vayan al cliente, y oír que los comentarios habituales son ‘eso es demasiado sensible’, ‘excesivamente romántico’, ‘hagámoslo más power’ y frases así, o notar que de pronto los hombres se ponen nerviosos y piden ‘ey, agreguemos mujeres, que casi no hay’. ¿Y dónde las agregan? Pues mirándose al espejo o haciendo las compras, claro”. El cierre llegó de la mano de otra frase consensuada previamente por todas, en este caso pronunciada por Madeleine Albright, secretaria de Estado de los Esta-dos Unidos durante la segunda presidencia de Bill Clinton: “Hay un sitio reservado en el infierno para las mujeres que no ayudan a otras”, afirmó Albright algu-na vez.