Bajo el concepto “Jugar nos trae de vuelta”, Oreo y Digitas Buenos Aires presentan su nueva campaña, en la que se refuerza su posicionamiento como una marca icónica que busca conectar a las personas a través del juego y mantener una actitud playful.
“En épocas donde el cansancio y el agotamiento están a la orden del día, la marca encontró su mayor relevancia en uno de los momentos más importantes del día: ‘La vuelta a casa’. Ese momento en el que el cuerpo y la mente parecen decir low battery es donde Oreo, como marca líder, inspira a transformar cada vuelta a casa en una oportunidad de conectar con la familia, porque es la galletita que pone en valor la importancia de generar ese vínculo y que invita a nunca dejar de jugar”, explicaron agencia y cliente.
“Con esta campaña quisimos transformar a Oreo en esa señal que nos recuerda desconectar de la rutina y las presiones del día a día, para conectarnos con nuestro lado más divertido y con lo que realmente importa porque creemos que Jugar nos trae de vuelta”, expresó Jorgelina Rodriguez, senior brand manager de Oreo.
“Encontramos en la vuelta a casa un paralelismo poético con la vida: llegás a tu refugio, tu lugar en el mundo que te aísla de lo externo, pero a la vez te demanda y tenés que responder… En ese momento bisagra del día, Oreo tiene un rol único. La campaña busca hacerle honor a la magia que se genera alrededor de la galletita”, comentó Leo Orsolini, DGC de la agencia.
En este marco, el comercial apela, de manera emotiva, a la complicidad de una mujer que llega a su casa después de un día intenso de trabajo y, al reencontrarse con sus hijos, encuentra en la merienda un disparador que le permite conectar y no duda en usarlo. Mientras disfrutan juntos de unas Oreo, dejan volar su imaginación y se sumergen en un viaje fantasioso sobre el “escape” del trabajo para regresar y conectar con su familia.
Por su parte, desde la marca destacaron que la intención es interpelar y acompañar a las familias, más allá del contexto, en la construcción de vínculos basados en una conexión real, que les permita fortalecer las relaciones a través del juego y la diversión.