En la última década, Love Has No Labels ha demostrado con varios proyectos, como la discriminación aún vive en los Estados Unidos de una forma palpable sin importar si es de raza, orientación sexual, género, edad o discapacidad, entre otros. Este año, AdCouncil le pidió a R/GA trabajar sobre un mensaje que además de concientizar acerca de esto, se enfocara en las acciones que una persona puede hacer para ayudar a cambiar este tipo de prejuicio desde cualquier entorno.
Es así, que la agencia creó este año Love Lives On, una plataforma para compartir historias de personas que, a través de acciones, crearon un cambio ayudando a estas comunidades discriminadas en gran escala.
La pieza de lanzamiento fue un cortometraje de ocho minutos llamado The Gentle Giant donde se muestra la historia no contada de una pareja de hermanos y como esa relación crece a través de los años. A través de la historia, el espectador entabla una relación con los personajes al ser una historia cotidiana que nos pasa a todos en nuestras propias familias, pero al final, se revela que es la verdadera historia de George Floyd y su hermana Bridgett Floyd antes de que fuera interrumpida por el hecho de discriminación racial que todos conocemos.
Al mismo tiempo, al final se puede ver como un acto tan trágico e injusto se transforma en muchos actos que representan el cambio, la unión y de alguna manera, la esperanza.
El corto fue lanzado en la plataforma de streaming Hulu, llegando a más de 45 millones de hogares en Estados Unidos y siendo la primera vez que esta plataforma lanza una pieza de servicio público a esta escala.
Además de The Gentle Giant, se hicieron tres mini-documentales contando historias de cambio similares en otros escenarios ayudando a distintas comunidades discriminadas como la historia de Barbara Poma, fundadora de Pulse Foundation soportando a la comunidad LGTBQ y la de Maddy Parker, fundadora de Cafe Maddy Cab, una plataforma que presta un servicio de transporte a la comunidad asiática mayor, que tanto ha sufrido en los últimos años por ataques raciales en Estados Unidos.
La campaña también cuenta con despliegue en social, OOH y broadcast y fue pautada a partir de la primera semana de agosto.
Desde la agencia, Fernando Hernández, executive creative director, aseguraró: “Fue un proyecto que nos tomó casi dos años en su consecución, muchas reuniones con muchas personas a diferentes niveles en distintas organizaciones para poder realizarlo. Es una de esas ideas que murió y revivió al menos unas tres veces en esos casi dos años, pero al ser un proyecto con tanto significado el equipo luchó semana tras semana para poder llegar a ese resultado y contamos con la suerte de tener un cliente como AdCouncil que creyó en nosotros desde el primer momento. Al ser un tema tan delicado, tuvimos muchas discusiones de cómo abordarlo. Y finalmente otro desafío fue a nivel emocional, no fue fácil aprender y vivir tan cerca de esas historias tan tristes, eso fue sin duda un reto para todo el equipo, pero la idea fue precisamente tratar de mostrar todo lo positivo detrás de esas tragedias”.
Al final el poder colaborar muy cercanamente con las protagonistas de estas historias como es el caso de Bridgett Floyd y su fundación The George Floyd Foundation, fue muy significativo. El que ella nos haya abierto su vida y nos haya compartido su dolor para poder contar esta historia fue definitivamente lo más valioso de esta experiencia para nosotros.