Casi un mes después de su congreso “Ignition: Media, Technology & Transformation”, realizado en Nueva York del 4 al 7 de diciembre, el medio Business Insider publicó hace unos días una larga entrevista con uno de sus principales expositores, sir Martin Sorrell, quien como de costumbre se cuidó muy bien de ser todo lo incendiario que pudo.
El diálogo, firmado por la redactora Tanya Dua, es extenso y jugoso, e incluye pasajes con la contundencia habitual del pequeño gigante inglés, hoy titular de un nuevo holding que está empezando a crecer, S4 Capital, y que durante 2018 adquirió las agencias digitales MediaMonk y MightyHive.
“VMLY&R es algo que yo mismo inicié ―lanzó, casi para arrancar la charla―. (El CEO de VMLY&R) Jon Cook y yo ya habíamos acordado que iba a ocurrir. Pero íbamos a sumar un tercer ingrediente en la fusión, que era Geometry Global”.
Con respecto al polémico método de bautismo que el renovado grupo WPP ―hoy liderado por Mark Read― utilizó para las nuevas marcas fusionadas, esto es, con las agencias jóvenes y digitales por delante de las tradicionales, VMLY&R y Wunderman Thompson, Sorrell tuvo mucho para decir: “Creo que fue un error de Jon (Cook) no haber sido más magnánimo: podía haberse beneficiado mucho él mismo, y beneficiado a su gente, poniéndole Y&RVML a la nueva agencia”.
El fundador de WPP explicó a continuación que entiende perfectamente la idea de darle prioridad en la marca a la industria digital, y comprende también lo que eso implica, pero luego fue terminante: “En realidad, implica la muerte de Young & Rubicam y J. Walter Thompson como marcas. Cuando se hizo el anuncio yo estaba en la Argentina, un mercado en el que Y&R y JWT son realmente fuertes”.
Para Sorrell, decisiones de este calibre no son fáciles de tomar, pero si son inevitables es imprescindible comunicarse correctamente con cada miembro de la gran familia publicitaria que compone a cada agencia: “No hacerlo implica perder los corazones y las mentes de todos esos miembros”.
Una larga disquisición que se vincula directamente con el diálogo mantenido en Buenos Aires entre el propio Sorrell y el jefe de redacción de Adlatina, en el viaje durante el cual se enteró del anuncio de WPP: “Hace poco alguien me preguntaba: ‘¿Quién quedó en WPP que pueda cuidar el holding como usted lo hacía?’ ―contó aquel día―. ‘Nadie’, le respondí yo. Porque lo que esa preguntaba implicaba era que los fundadores son diferentes, en esencia, a los gerentes. No hay ningún problema con ser un gerente, no me malinterprete. Pero es que la diferencia está en la esencia. Durante un tiempo yo solía hacer una analogía que resulta un poco débil, pero funciona: yo decía que fundar una empresa era lo más cerca que una persona podía estar de tener un hijo. No físicamente, pero sí mental, psicológicamente”.