La agencia española Germinal presentó recientemente la segunda parte de la campaña para Médicos sin Fronteras llamada “Pastillas contra el dolor ajeno”, que revolucionó la publicidad de bien público en cuanto festival se presentó.
Javier Bardem y Luis Tosar son los protagonistas de la segunda parte de esta convocatoria que, a pesar de centrarse en España, se expandió por el mundo entero.
La idea de la nueva campaña es contagiar el grito de dolor por el sufrimiento de otras personas que no tienen posibilidades de diagnóstico ni cura de sus enfermedades.
El motivo principal del refuerzo de la campaña es que a pesar de que el éxito de la primera parte “todavía quedan miles de enfermos olvidados que mueren cada día por no tener acceso a medicamentos”, según afirman desde la entidad.
Y aseguran: “Ha llegado la hora de gritar y exigir cambios”.
La campaña cuenta con el sitio web www.gritadedolorajeno.com, en el cual usuarios de todo el mundo pueden ingresar sus datos y firmar un manifiesto con la intención de ser utilizado como refuerzo de demandas ante instituciones y empresas. El manifiesto supone un acuerdo con respecto a que el dolor ajeno produce un sufrimiento real y es causado por la empatía con el dolor de millones de enfermos olvidados. También los usuarios pueden grabar su propio grito (en audio o video) para sumarlo a todos los que ya se han registrado. La campaña será difundida por internet (con énfasis en redes sociales), marketing directo y en cines.
La campaña de base
Pastillas contra el dolor ajeno tuvo su idea original en el año 2008, con la creación del concepto de dolor ajeno por parte de la agencia Germinal (presidida por Jorge Martínez), y la idea de producir y comercializar una pastilla que lo curase. El objetivo era sensibilizar a la sociedad y, a la vez, conseguir fondos para Médicos Sin Fronteras. Las pastillas deberían venderse exclusivamente en farmacias, como cualquier medicamento. Para lograr esto, se debieron realizar múltiples pedidos, negociaciones y viajes hasta lograr autorización para comercializarlas. La campaña comenzó a cobrar vida en agosto de 2009, y en noviembre de ese año se filmó el comercial televisivo, protagonizado por el cineasta Luis García Berlanga, que fue lanzado un año después.
La campaña audiovisual fue completada con un conjunto de famosos que eran socios de MSF desde hacía tiempo. Y en el sitio web se podía enviar recetas a amigos, autodiagnosticar el nivel de dolor ajeno, entre otras actividades. En 20 días de campaña se vendieron más de un millón y medio de cajas de Pastillas para el dolor ajeno, lo que las ubicó entre los 10 medicamentos más vendidos de España. Por cada euro (lo que cuesta una caja en una farmacia), 80 centavos fueron destinados a MSF, y entre los resultados se logró hacer pruebas de Chagas a 5.500 personas y tratar a 4.000 pacientes en Bolivia, y cubrir tres cuartas partes del costo de dos proyectos en Zimbawe, que tratan a 11.000 pacientes de sida al año. El éxito de esta primera etapa motivó a profundizar en el concepto del dolor ajeno para seguir expandiendo el mensaje.