Dice el Pana de su compatriota:
“Es un artista al que admiro profundamente. Sus ideas lo convirtieron en una de las voces más importantes de Venezuela y en uno de los grandes opositores de Hugo Chávez. Me cae bien porque es un comunicador que siempre dijo las cosas sin pelos en la lengua. Es un tipo que no cree en las etiquetas y que ha actuado en cine y televisión, ha escrito películas, tuvo programas de radio y es dibujante y pintor, comediante y hasta podcaster. Y se pueden imaginar que tiene más cuentos que Sherezade, por ejemplo, sobre cómo fue que se enemistó con el gran cineasta Roman Chalbaud”.
“Me contó de su nuevo proyecto en la plataforma de Mimí Lazo, otra gran actriz venezolana que está desarrollando espectáculos online, y de cómo es lamentable que la política en nuestro país ha penetrado hasta a los artistas”.
“Hablamos también de otro gran artista con mayúsculas con el que hizo muchas cosas, como exposiciones de pintura, radio y humor: el maestro Pedro León Zapata”.
“Pasamos también por el momento en el que se convirtió en la piedra en el zapato de Chávez porque salía en su programa de televisión con ideas a ejercer la libertad de expresión. Esa frase que tanto odian los dictadores”.
“Llegamos al día en que se dio cuenta de que esa libertad de expresión le costaba tener que dejar su país por un régimen que ha amenazado groseramente a los librepensadores. Y me contó de cuando se encontró con Oswaldo Álvarez Paz, uno de los tantos presos políticos en Venezuela, y de cómo hasta su familia estuvo amenazada”.
“Y me dejó una frase. Muy corta, muy simple y, quizás por eso, grande como una casa, que habla de la cualidad que deben tener los caraduras de este mundo para patear el tablero. O sea, los atrevidos”.
“Tiempo fuera. Pongan los caballetes, preparen los guiones y prendan las cámaras y los micrófonos, pero eso sí, que venga todo mezclado con el Método Stolichnavski con la receta secreta de nuestro invitado: un vodka con un poco de tonic de lágrimas de limón. ¿Ya lo tienen? Pues levanten sus tragos para recibirlo, porque él es Orlando Urdaneta”.PARA ESCUCHARLO: El Martínez #38: Orlando Urdaneta. Los atrevidos Stolichnavski.