Cuenta el Pana:
“Él es uno de los marketers más creativos que conozco. Después de veinte años en la compañía, hoy es el director de comunicaciones integradas de marketing de Coca-Cola México. Fue responsable de campañas que han hecho historia y han sido exportadas desde Latinoamérica para el mundo. De hecho, este año, en plena pandemia, llevó adelante dos de las principales comunicaciones globales de la icónica marca: primero reeditando el mítico Para todos y luego produciendo la campaña La gran comida, que fue el tema del que comenzamos nuestros traguitos de esa noche”.
“Me contó la historia de cuando Martín Mercado le presentó al que se convertiría en un comercial icónico para Coca-Cola. Ya entrados me contó las confidencias detrás de otro gran comercial que compitió por un oro en Cannes y que se llamó Camaritas”.
“Hablamos sobre el mensaje de distanciamiento social que lanzó Coca-Cola al principio de la pandemia y la diferencia entre ideas que parecen iguales. Pasamos por la importancia de la inmediatez en la publicidad hoy en día y la comunicación que habla sobre temas pertinentes. Me contó sobre la metodología de trabajos por proyectos con las agencias, que nació en la Argentina y que se exportó a todo el mundo”.
“Pero de esa noche lo que me llevé para pegarla en la pared fue una frase que define muy bien a los que hacen ideas que cambian lo que existe”.
“Me quedé corto, porque la verdad es que todo lo que hablábamos daba para seguir otras tres horas más. Así que pásame los limones, aquí los exprimo, le pongo este, le pongo estos hielitos y el ingrediente infaltable para esta cubita que no pienso nombrar más, para que no digan que ahí hay. Tomen su cubita coquetona recién hecha y denle el primer sorbo al paladar porque él es Guillermo Giménez y Brotons”.PARA ESCUCHARLO: El Martínez #37: Guillermo Giménez y Brotons. Las pequeñas cosas cotidianas .