Para su vigésimo episodio, el Pana Arrechedera se mudó apenitas, de Cannes a Madrid, para conversar con un fotógrafo argentino que vive allí: vale la pena leer su presentación y escuchar luego los setenta y un minutos que dura el diálogo:

“Alejandro Burset. Las emociones juntas y el agua que se mueve.

“Esa noche en nuestro bar de siempre, Fransuá casi renuncia cuando nuestro invitado le explicó que no pensaba probar ni uno de los cócteles experimentales de mate que le había enseñado un mixólogo argentino con el que tomó clases en Instagram durante toda la semana, pero lo entiendo: es que estaba empeñado en prepararle algo especial para recibirlo con honores porque le encantan sus fotos. Por eso, todo se le olvidó cuando comenzó a oír su punto de vista en la vida, se relajó y hasta él mismo se sirvió un mate”.

“Él es un fotógrafo reconocido a nivel mundial, que encontró en la publicidad una manera de expresar la pasión que transpira por la imagen. Y es que además de haber ganado con su trabajo más de 30 leones en Cannes, hoy es el fotógrafo ranqueado como el número uno de la revista Archive, fotografiando entre Nueva York y Europa, donde hoy reside después de tener cuatro libros publicados. Esa noche, de hecho comenzamos platicando de un nuevo proyecto personal que me encanta, llamado Us by us, que junta gente alrededor del mundo a través de fotos que está tomando desde su casa, aprovechando este momento particular de la humanidad”.

“Hablamos de las ventajas que tiene los fotógrafos que tienen la suerte de haber vivido la época de la foto análoga para luego evolucionar a la fotografía digital”.

“Conversamos también sobre cómo esos momentos, cuando sientes que todo se te viene encima, resulta que son los mejores, porque inevitablemente vienen con un cambio para mejor”.

“Me contó cómo nació uno de sus libros que tiene unas fotos espectaculares y terminamos filosofando sobre la importancia de hacer que las cosas sucedan”.

“Listo pues, agarremos esos cocteles que dejó Fransuá bien fríos en el congelador. Frótense las manos y pónganse colirio en los ojos para que esta tormenta visual se meta como Pantone universal al lugar de la cabeza donde se crean las imágenes, pónganse flojitos y sonrían a la cámara porque él Alejandro Burset”.