La reciente fusión de Omnicom e Interpublic Group generó conversación y revuelo en la industria; de una u otra forma nos hicimos eco de la noticia que promete ser la mayor unión de agencias de la historia. No me voy a detener en el aspecto financiero y si finalmente supera en tamaño al holding que hasta ayer ostentaba ese podio. La integración ya sucedió, es un hecho, pero ¿qué es lo necesario a tener en cuenta luego de este anuncio? La rápida adaptación y la agilidad marcarán la diferencia. Pero también lo harán la capacidad de priorizar el factor humano y la cercanía, esenciales a la hora de generar ideas que conecten con las emociones. Ahí es donde aparecen oportunidades para quienes ofrecemos otras alternativas de servicio.

Los grandes holdings de comunicación que se fundaron bajo la premisa de la eficiencia empezaron a reportar problemas ligados a su tamaño, fundamentalmente vinculados a las expectativas de los clientes. Las marcas hoy más que nunca buscan un trato diferencial, basado en la eficiencia, la agilidad y, sobre todo, en la cercanía. Al mismo tiempo, los talentos buscan trabajar en lugares con más libertad y mayor relevancia. Mientras tratan de encontrar un nuevo camino, estos grandes grupos globales siguen luchando contra su tamaño. La cuestión está en que hoy no importa tanto ser los más grandes, sino los mejores.

A nivel externo, y en un contexto en el que todo debe ser inmediato e innovador, el principal desafío de esta industria está relacionado con la economía de la atención. Para que alguien escuche lo que tenemos para decir, debemos fomentar una comprensión empática de lo que vive el otro y, así, transformarlo en una idea que pueda transmitir ese sentimiento. Eso es la creatividad y sucede cuando dos personas se encuentran a conversar, algo muy lejano de la Inteligencia Artificial. Sin dudas, el factor humano será cada vez más el verdadero diferenciador.

Varias de las repercusiones mediáticas que aparecieron desde el domingo luego del artículo del WSJ afirman que la industria publicitaria está bajo una enorme presión y, por eso, suceden las fusiones que consolidan y generan más escala. Por mi parte, creo que ofrecer un servicio integral, que incorpore lo mejor que aporta la tecnología, fusionado con el mejor talento y una estrategia sólida que se adapte a las expectativas de los clientes, son aspectos que se deben tener en cuenta en nuestro día a día.

Hace diez años empezamos de cero y sin un solo cliente; hoy son casi doscientas cincuenta las marcas que confían en nuestro ecosistema y buscan soluciones bajo un formato alternativo que se acerque más a sus valores. Y no solo eso, los talentos también eligen otros lugares donde desarrollarse. Ahí se abre la oportunidad.

Estos procesos y conceptos son los que convirtieron en realidad el Untold que alguna vez soñé y cada día me gusta más; donde nuestra propia escala se traduce en la capacidad de contar historias que conecten a las marcas con personas.