La ley considera ilícitas, y por lo tanto prohibidas a la publicidad engañosa, la publicidad desleal, la publicidad subliminal y la que infrinja lo dispuesto en la normativa que regule la publicidad de determinados juguetes. Sin embargo, según una reciente encuesta, el 75 por ciento de los españoles considera engañosa la publicidad sobre juguetes. Esa es una de las conclusiones del trabajo titulado ”Un juguete seguro es un buen compañero de juego” y realizado por la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU).

Además, también es engañosa la publicidad que “silencia datos fundamentales de los juguetes, cuando dicha omisión induce a error a sus destinatarios”. Y, según el estudio, cuatro de cada diez personas pidieron que se mejoren las instrucciones de los productos.

“Los padres se preocupan cada vez más por la seguridad de los juegos que compran", explicó María Rodríguez, presidenta de la confederación. La encuesta recoge 308 encuestas realizadas a la salidas de grandes almacenes de toda España.

Otro de los resultados indica que el 71 por ciento de los entrevistados afirma fijarse en el etiquetado antes de comprar y Rodríguez añadió que el 85 por ciento respeta las recomendaciones de edad y el 78 por ciento dice que lee siempre las advertencias de seguridad.

En otro orden, el 63 por ciento de los encuestados denuncia que los fabricantes no dejan claro en el envoltorio los riesgos o posibles peligros del juguete. De ellos, sólo un 5 por ciento reconoce no entender nunca los símbolos de advertencia de ciertos riesgos o no se fijan en ellos, por lo que el 68 por ciento busca el consejo del vendedor a la hora de comprar.

Tres cuartas partes de los consumidores habituales de juguetes adquieren los juguetes de forma responsable, comprobando los indicadores de seguridad previstos en la normativa europea. Así, el 99 por ciento de los consumidores compran teniendo en cuenta la edad del niño además de la finalidad del juego y el 97 por ciento se guía por los gustos del niño, según esta encuesta, cofinanciada por la Unión Europea y elaborada por 'Eutas Mercadotecnia'.

Sin embargo, sólo el 59 por ciento verifica el precinto de las partes eléctricas, el 58 por ciento los materiales de fabricación; el 48 por ciento el certificado de la UE, y el 31 por ciento el etiquetado del producto. En general, menos del 10 por ciento nunca mira los requisitos de seguridad mínimos, cifra que aumenta en el caso del etiquetado y el certificado.

En el caso de los juguetes con movimiento, casi la mitad de los niños que monta en bicicleta o utiliza patines, no lleva equipo de protección, pero, como contrapunto, más del 50 por ciento de padres comprueba el buen estado de estos productos cuando sus hijos van a utilizarlo.

El perfil del comprador que no atiende a cuestiones de seguridad básicas en la adquisición de juguetes es el de abuelos o tíos de menos de 30 años y de más de 60, residentes en Galicia, País Vasco, Navarra, La Rioja, Canarias y Baleares.