Avon está retornando a las pantallas de la televisión 40 años después de sus famosos avisos “ding dong”, que anunciaba la llegada a los hogares de las “chicas Avon”.
La compañía de cosméticos ha actualizado su imagen con el uso de la ex estrella de EastEnders, Tamzin Outhwaite, que aparece promoviendo su nuevo lápiz labial: Avon Colour My Lip Miracle. El spot fue filmado en el estudio neoyorquino donde se grababa la serie Sex and the City.
El aviso muestra a Outhwaite caminando a través de una cascada de agua y emergiendo de un baño dorado con un espectacular vestido color plata.
Mejorar la imagen
Avon espera que la flamante campaña, de 5 millones y medio de dólares, junto con un rediseño del packaging, ayude a la marca a mejorar su imagen como la preferida de las amas de casa de mediana edad.
La campaña “Avon llamando” sólo aparecía durante seis semanas del año en los ‘60, pero así y todo tuvo un impacto fenomenal en el público británico y todavía se la recuerda en todos los círculos.
El comprar cosméticos a una mujer vendedora “puerta a puerta” fue una idea totalmente novedosa en aquel tiempo y todavía sigue constituyendo un concepto ganador: las ventas de Avon en Gran Bretaña exceden hoy los 450 millones de dólares, lo que convierte al país en el cuarto mayor mercado para la marca.
La empresa todavía cuenta con un ejército de 160 mil “Avon ladies”, a quienes hoy se las conoce como “representantes de ventas”.
Muy pocas excepciones
Desde los años ‘60 hasta el presente, la compañía sólo realizó algunas campañas regionales de TV, y hace poco tiempo hizo un breve operativo de publicidad para un producto anti celulitis. Pero ahora vuelve a la carga con los artículos centrales de la marca.
“Ojala tengamos un impacto parecido al que tuvieron aquellos comerciales de hace cuarenta años”, se esperanzó Alex Long, responsable de las categorías de producto de belleza Avon en Gran Bretaña. En esta ocasión, la campaña fue creada por la agencia neoyorquina Anita Madeira.
En los últimos tiempos, Avon tuvo un choque con la ASA, el ente que controla la publicidad británica, que la criticó en julio por prometer un teléfono celular Orange para los clientes que gastaran más de 15 libras (unos 27 dólares) en sus productos.
La convocatoria fue tan exitosa que no pudo hacerse cargo de los regalos y debió retirar la promoción públicamente.