Nuevo cargo, nueva agencia, nueva red. El 2021 llegó, para Denise Orman, con el desafío de asumir responsabilidades diferentes, pero también con la oportunidad de dar un paso más en su carrera dentro de la industria publicitaria.
A continuación, una entrevista en la que habla sobre sus expectativas, su entusiasmo por el trabajo en equipo, el rol de las agencias en la redefinición de los planes de las marcas y la importancia de seguir trabajando por lograr lugares de trabajo más inclusivos.
-¿Qué significa esta oportunidad en Grey? ¿Con qué objetivos y expectativas llegás?
-Son muchas cosas nuevas. Sumarme a una nueva agencia, nueva red, un lugar con un gran talento y con una búsqueda por hacer un trabajo que se destaque, que tenga gran impronta creativa, que mueva y haga crecer los negocios de las marcas.
El desafío principal es potenciar lo que ya se viene haciendo, pero también, redefinir y resetear algunos temas que tienen que ver con la evolución del negocio de la agencia, y que acompañe las nuevas necesidades de los clientes actuales y futuros.
Por otro lado, poder desafiar siempre a los clientes, cuyas problemáticas son cada vez más diversas y que, sin duda, necesitan de una mirada transformadora de su negocio donde la creatividad, la agilidad y la innovación son la clave.
En lo personal, feliz de seguir creciendo y trabajar con una persona como Diego que tiene una energía increíble, muy parecida a la mía, de hacer y empujar a full; así que espero podamos hacer lindas cosas junto a todo el equipo.
-¿Qué fue lo que te entusiasmó de esta nueva búsqueda profesional?
-Me gusta mucho trabajar con la gente, esa cultura que traigo de BBDO de trabajar por y para las personas es lo que más me entusiasma de la comunicación y la publicidad. Mi llegada tiene que ver con eso, con conectar a los equipos, sacar lo mejor de cada uno, pensar el crecimiento de las personas, las capacitaciones.
Este es un nuevo lugar para mí, es algo distinto, así que se trata también de entender su cultura. Siento que trabajar con nuevas personas te hace crecer y la búsqueda tenía que ver un poco con eso.
-Es ineludible hablar de la pandemia y del desafío de iniciar esta nueva etapa en medio de protocolos y cierta incertidumbre general. ¿Cómo lo vivís?
-Es un desafío gigante. Conocer a todo el equipo vía zoom, Teams, es raro, pero creo que ya es parte de una forma de trabajo que todos conocemos, y que se naturalizó bastante. Hay que encontrarle la vuelta. Para mí, la conexión humana es muy importante asíque siento que, personalmente, es un reto doble, pero no tengo dudas de que vamos a poder lograrlo porque es parte de la dinámica de trabajo. ¿Por qué saltar a otro lugar en pandemia? ¿Por qué no? Surgió la posibilidad y me sumé a este desafío que me parece interesante para mi carrera.
-Más allá de haber arrancado en Young, BBDO Argentina fue la agencia que te vio crecer como profesional. Tal vez sea un poco pronto para hacer una retrospectiva o balance, pero ¿qué experiencia sentís que te dejaron estos años trabajando ahí?
-BBDO fue el lugar donde me formé y desarrollé gran parte de mi carrera. Es un lugar hermoso, que me dio la oportunidad de entender a fondo el negocio. Tuve la posibilidad de cruzarme con personas súper talentosas que marcaron mi carrera y de desarrollar grandes trabajos para clientes muy diversos. Eso es algo que te foguea, te hace crecer.
Aprendizajes me llevo miles: lo bueno que es poder trabajar en un lugar donde las personas son lo más importantes y la cultura organizacional hace la diferencia. Esa filosofía baja, sin dudas, de Carlos (Pérez) y Daniel (Melero), que son dos grandes personas, talentosos, mentores; que se propusieron generar un espacio diferente a las agencias donde ellos trabajaron y lo lograron. Eso se traduce en todo lo que hace esa agencia. Me voy feliz, me llevo todo: amigos, aprendizajes… Fue muy lindo.
-Tu designación llega unos pocos días después de que Carolina Coppoli sea anunciada como presidenta de McCann Argentina. Dos mujeres nombradas al frente de importantes agencias del país en menos de una semana. Debe ser récord. Más allá de que aún falta mucho camino por recorrer, también es un comienzo de año estimulante. ¿Qué reflexiones te genera? ¿En qué situación está la industria en relación con la inclusión de mujeres en puestos de liderazgo?
-Si bien se hicieron avances, sigue siendo un tema muy complejo. Hoy por hoy, si vemos las fotos con quienes ocupan posiciones de liderazgo, la imagen es de muchos hombres, porque la realidad es así. En un estudio publicado hace poco se mostraba que la mitad de las trabajadoras de la industria son mujeres, pero en los puestos gerenciales si hay un 20 por ciento es mucho. Y este tema va más allá de la publicidad. En las empresas de la Argentina en general, las CEOs mujeres andan por el 15%. Y solo alrededor de un 4% llega a ser dueña de su agencia.
Tenemos todas las capacidades necesarias para ocupar puestos de liderazgo, eso está comprobando y es una discusión que ya pasamos, una batalla semi ganada. Pero hay que seguir trabajando en el crecimiento del liderazgo de las mujeres en todas las áreas.
Dos temas me parecen clave a trabajar dentro de las agencias. Por un lado, los discursos. Tenemos una gran responsabilidad como comunicadores porque lo que hacemos es un reflejo de la realidad, nosotros creamos cultura, entonces tenemos que buscar la manera de trabajar en discursos más igualitarios, que contemplen la diversidad, la perspectiva de género. Por otro, que todo lo que hablamos, decimos y trabajamos para las marcas se refleje en la conformación de nuestras agencias y de las empresas. Me parece que lo bueno es que ya pusimos el tema en agenda, pero es muy importante seguir trabajándolo y no hacer la vista gorda. Por lo menos yo siento que tengo una responsabilidad como líder de agencia. Estamos en el camino, hemos avanzado mucho, hay mini batallas ganadas (y creo que hay que celebrarlas), pero falta mucho por hacer. Incluso sumar a marketers y a gente de las empresas a esta discusión es fundamental.
-Hablabas recién de los desafíos de unirte a una nueva agencia en pandemia. ¿Qué pasa con las marcas? ¿Qué aprendizajes dejó el 2020 en cuanto a su comunicación?
-El 2020 fue durísimo para todos. Básicamente porque la pandemia nos atravesó en todo sentido: personal, laboral, adaptarnos a una nueva forma de vida. La imposibilidad de socializar, de verse con gente, eso marca claramente la forma en que todos vivimos, y creo que es la gran pérdida (el contacto con el otro).
En este contexto, las marcas tuvieron que redefinir sus planes. Creo que para muchas fue un momento bisagra y de aceleración de un montón de cuestiones vinculadas con sus negocios, con el propósito de marca o su lugar en el mundo, porque la forma de consumo de la gente se modificó.
Pero viendo el lado positivo, me parece que es una gran oportunidad para nuestra industria. Aprendimos de todo y ahora se viene una etapa de redefinición de la propuesta de valor de cada marca. Como partners de los clientes, creo que estamos en un momento fantástico para trabajar esos puntos con ellos y acompañarlos. La pandemia hizo que seamos más conscientes de lo que cada marca tiene para ofrecer. Se vienen grandes desafíos para este año.