Lo que más me gustó del artículo es esa condición de llegar a la materia (la publicidad y el marketing) sin olvidar los “sucesos del mundo”. Siempre me molestó de la prensa especializada la reiteración y el monotema de nuestra actividad. De “eso que hacemos” los que trabajamos en esto. Como si no existieran otras cosas. Olvidando que nuestro trabajo, la buena comunicación, se nutre de eventos cotidianos, tendencias, hábitos y sucesos que después –ingeniosamente empleados- pavimentarán las vías para construir y hacer llegar los mensajes de las marcas.
Como se describe en ese artículo, el Festival de Cannes es un fenómeno que merece vivirse. Y donde, más allá del encanto y el glamour del lugar donde se desarrolla, uno va a trabajar. ¡Pero qué manera deliciosa de hacerlo! Nos hemos encontrado allá en más de una oportunidad y me consta que ha sido mayor el tiempo que dedicabas a registrar detalles, anticipos y primicias que el que pasabas tomando sol en algunas de las playitas.
Es cierto que después del despliegue de las redes internacionales que monopolizaron durante muchos años el festival invirtiendo miles de euros en la construcción de prestigio hoy es el turno de las tecnológicas. Como también lo es la participación de cada día más marketers en ese ámbito que alguna vez fue territorio exclusivo de los publicitarios. Recuerdo que algunas pocas agencias argentinas pioneras, unos 20 años atrás, invitaban a alguno de sus clientes anunciantes para que conocieran el fenómeno y “le tomaran el gustito” a ser parte de esa feria de la comunicación mundial. La siembra dio sus frutos.
También es digno de destacar que una red independiente latina, con una de sus patas en la Argentina, haya sido nombrada Red Indie del Año y que su filial argentina lo fuera como Mejor Agencia del Mundo. No dejo de pensar en lo paradójico de esos logros que como tantos otros son paridos en un país con más de 100% de inflación anual. Pero ese es otro cantar.
Muy buena síntesis de esa semana que sigue más viva que nunca. Y, como decía un tío mío: ¡Que sigan los éxitos!
Daniel Reynoso