La asociación nacional de cultivadores de café de Colombia está por retirar a su modelo y vocero Carlos Sánchez, que ha estado en su puesto de trabajo (y en millones de latas de café de esa procedencia) desde 1969.
El nuevo rey del café deberá tener el espíritu de “un Juan Valdez más relevante para el futuro del producto”, definió Gabriel Silva, general manager de la Federación Nacional de Productores de Café de ese país. Los apresurados deberán olvidarse de cualquier pensamiento de un Juan Valdez empuñando una iPod o conduciendo un vehículo deportivo hasta la cima de las montanas de Medellín. Dos requerimientos serán necesarios: deberá lucir un bigote y ser una persona sensible al medio que lo rodea.
“Básicamente, va a continuar siendo un productor de café en su nuevo papel”, resumió Luis Samper, director de propiedad intelectual de la Federación, que representa a más de 500 mil productores. “Pero deberá tener más interés en el lugar donde se cultiva el café y más interés en la producción de variantes orgánicas, dos temas importantes para el moderno consumidor de nuestra bebida”.
El famoso logo que contiene la figura de Valdez, con montañas en el fondo y la clásica mula –alternativamente conocida como Lana y Conchita– no van a cambiar. “Ese animal seguirá siempre ahí”, anticipó Samper.
Cifras preocupantes
En rigor de verdad, las dificultades que enfrenta el café no van a desaparecer demasiado pronto. En abril, las exportaciones desde Colombia llegaron a 6,8 millones de sacos, muy por debajo de los 7,8 millones del año anterior, según la International Coffee Organization. Sánchez, de 71 años, quien ha anunciado su retiro esta semana en Bogotá, era un productor de café antes de convertirse en un ícono mundial.
La búsqueda del reemplazante comenzó a fines del año pasado con 406 aspirantes, que ahora se han reducido a 10 finalistas. Cada uno de ellos ha atravesado rigurosos tests psicológicos para determinar si son capaces de manejar las presiones que derivan del personaje que van a representar.
“Estamos buscando a alguien que sea emocionalmente estable y pueda absorber la fama sin destruirse a sí mismo ni a su familia”, dijo Samper.
En Colombia nadie olvida que cuando los presidentes estadounidenses Bush (padre) y Bill Clinton llegaron de visita al país, ambos pidieron tomarse una fotografía con Juan Valdez, y no a la inversa.