Por Guillermo Tragant

Tuve la suerte de trabajar con Oliviero Toscani en Benetton, ser el primer argentino en ir a Fabrica y el primer latino en ser editor de la revista Colors.

Oliviero fue mi mentor y mantuvimos una relación estrecha a lo largo de los años.

El texto a continuación es un extracto de una carta que le envié hace unos meses después de vernos en Toscana, tuvimos una conversación larga y profunda y pude despedirme de él en vida.

Querido Oliviero,

Ciao!

Fue una feliz sorpresa verte en la boda de Rocco.

Sé que estás viviendo tiempos muy difíciles. SÉ FUERTE.

Para ti sólo tengo palabras de admiración. Te admiraba incluso antes de conocerte.

Como joven creativo en Argentina, me sentí profundamente inspirado y emocionado por las poderosas imágenes que creaste y el lenguaje que desarrollaste no solo para Benetton sino para muchas otras marcas. Y Colors… ¡Qué revista tan icónica! ¡Era como Internet antes de Internet!

Probablemente fue en 1997, cuando un día abrí un número de Colors y vi un anuncio que reclutaba jóvenes talentos de todo el mundo para Fabrica.

No tenía idea de qué era Fabrica, pero presenté mi portfolio con la esperanza de que alguien respondiera; Y tuve la suerte y la bendición de poder unirme a ese lugar mágico durante dos años maravillosos.

La experiencia marcó un antes y un después, no sólo en mi carrera sino también en mi vida personal.

Fuiste duro, pero me hiciste crecer enormemente como artista.

Luego, gracias a mi amistad con Rocco a lo largo de los años, pude verte nuevamente en el rancho, compartir momentos más informales y ver otro lado tuyo.

Como te dije una vez en una carta que te escribí durante mi estancia en Fabrica, hace 27 años:

“OLIVIERO, ABRISTE MI MENTE Y EDUCASTE MIS OJOS”

GRACIAS, eso quedará como tu legado para mí y para muchos otros que conocieron tu pasión por la excelencia creativa, tu agudo sentido del humor y tu fuerte punto de vista sobre el mundo.

ERES UNA LEYENDA. Y LAS LEYENDAS VIVEN PARA SIEMPRE.