Por Miguel Daschuta
Vicepresidente de la Academia Argentina de la Publicidad
Desde hace mucho tiempo, leo y escucho que la publicidad ha cambiado.
Que las agencias deben transformarse; de lo contrario, desaparecerán.
Y me hice una pregunta: ¿La publicidad cambió? ¿Los medios cambiaron? ¿Los anunciantes cambiaron? ¿El marketing cambió? ¿Y las agencias, han cambiado también?
¿Acaso el mundo no ha cambiado?
Y sonreí.
¿Por qué?
Muy sencillo: todo cambia.
Es imposible negar una realidad tan contundente.
Tampoco podemos ignorar que debemos trabajar todos los días, pese a los cambios, porque vivimos.
En las agencias, como en cualquier lugar, las personas trabajan diariamente buscando la magia que permita a sus clientes destacar en este mundo frenético de las comunicaciones modernas.
Y, al igual que todos, las agencias evolucionan. ¿O acaso vamos a negar que la civilización avanza y evoluciona constantemente?
La vida es evolución constante.
Para bien o para mal, pero siempre hacia adelante.
Negar la realidad de la vida sería absurdo.
Nací en 1943, y en algún momento comencé a leer a Verne.
Me imaginé muchas cosas, pero pronto, todo aquello que soñaba se hizo realidad.
Después leí a Bradbury, Asimov, Clarke, Sturgeon... Y, más recientemente, a Harari. Me convertí en un apasionado de la ciencia ficción.
Soñé con el futuro.
Hoy, muchas de esas ideas son realidad.
Es fantástico.
Pero, en medio de esta transformación constante, noto que no tenemos claridad sobre hacia dónde nos dirigimos.
Nos enfrentamos a un proceso con un final desconocido.
Sin embargo, la publicidad, su gente y sus agencias se adaptan, como siempre lo han hecho.
Y regreso al concepto de la moda y sus promotores: aquellos que evolucionan en el buen sentido de la palabra, no los que proponen cambios vacíos que, al final, no generan transformación y solo confunden.
Los creadores y responsables de la comunicación y la publicidad acompañan la evolución bien orientada, asimilando los cambios y esforzándose por ofrecer siempre lo mejor a los anunciantes.
Batallan contra la adversidad y contra las dudas.
El talento, la capacidad de romper moldes y la creatividad para transmitir mensajes memorables siguen siendo fundamentales.
Generar impacto, captar atención e interés, y ser originales es clave para que los mensajes sean atractivos y efectivo
Si todo es blanco y negro, pongamos color.
Si hay música que nadie entiende, porque "suena lindo"; apostemos por el texto.
Evolucionar en términos culturales; hombres limpiando la cocina o mujeres cargando combustible en una estación de servicio.
¿Las empresas son realmente ecológicas porque les importa, o porque impacta y vende?
¿A la gente realmente le interesa?
La realidad es que las personas quieren buenos productos al mejor precio, al alcance de sus manos.
Nada más, nada menos.
Siempre he sostenido que "la publicidad no tiene la obligación de educar, pero tampoco de maleducar".
Los mensajes publicitarios deben construir a través de los valores de la sociedad.
Las agencias, con su talento y magia, tienen la responsabilidad de romper moldes, pero siempre cuidando las formas.
Son guardianas de las imágenes y las palabras.
Su esencia es ser la casa del mago.
Las empresas clientes deben cuidar a las agencias, valorarlas y ofrecerles los recursos necesarios para atraer y retener a los mejores talentos.
Ese esfuerzo no es un gasto, sino una inversión que se devuelve con creces.
La creatividad no debe temer a equivocarse.
En una agencia mágica, ese temor no tiene cabida.
Hoy, las agencias se enfrentan a nuevos desafíos:
-Colaborar con múltiples empresas y productos, en un mundo donde la confidencialidad parece diluirse.
-Responder rápidamente a demandas urgentes, lo que a veces sacrifica la reflexión y el entusiasmo creativo.
Lamentablemente, muchas agencias parecen dejarse arrastrar por la corriente y la vorágine.
No ven que las empresas tecnológicas compran agencias porque necesitan de su magia.
Las agencias deben ser fuertes, luchar por el mejor talento y preparar a los nuevos profesionales.
Motívenlos, prométanles horizontes maravillosos y háganlos disfrutar del éxito.
No hay nada más hermoso que una estrategia creativa excelente, esa chispa mágica que marca la diferencia en este mundo acelerado.
Y, además, es divertido hacerlo.
Recientemente, con Fernando Peydro, realizamos una serie de entrevistas a profesionales en actividad, con el objetivo de comprender los requerimientos actuales de nuestra industria.
Se pueden ver las reflexiones y conclusiones en la página de la Academia Argentina de la Publicidad: www.academiaargentinadelapublicidad.com.