Yosu Arangüena, socio y fundador de Made
Creo, la moneda no pesa igual de un lado.
El problema es complejo e injusto. No solo por la globalización de Mexico. Sino por el proteccionismo de los otros países.
Intenten abrir una representación en Argentina siendo mexicanos y les cuento las mil trabas de la industria y del gobierno. Hay precios para extranjeros y para nacionales. Injusto, si hiciéramos esto acá nos linchan. Porcentajes de socios locales, etcétera.
Brasil tampoco es nada fácil, si no fuera por nuestros socios allá, simplemente no se puede. En México sin problemas.
Es muy cómodo hablar de que se abrieron las fronteras cuando es para un solo lado.
Y también hablemos de los clientes, que mandan mensajes de consumir productos mexicanos pero la gran mayoría de CMOs son extranjeros dándole trabajo a agencias extranjeras. ¿Algún día caerá este speech por su propio peso? No lo sé, pero sí es incongruente. ¿Cuántos CMOs mexicanos hay en Uruguay, Colombia o Argentina?
Las marcas también tienen una responsabilidad con México, no quisiera proteccionismo a la Echeverría, pero lo veo venir en otras industrias. Creo en la globalización y en el talento multinacional; pero como está ahora es hipócrita el modelo.
Se viene una tendencia de no solo analizar el mensaje si no el interlocutor también, espero que estas agencias extranjeras que no cumplen con el compromiso que debe haber con México también sean analizadas por el público.
Siempre he sido orgulloso de cómo mi país abre las puertas, desde hace cientos de años; solo espero que las cortesías se devuelvan.
Sebastián Arrechedera, fundador de Rainbow Lobster
Por experiencia sé que México siempre ha sido un país generoso que abre los brazos a la migración en nuestra industria, tanto de talentos como de compañías.
Al mismo tiempo, creo que cuando un país te abre las puertas para hacer negocios es importante, en retribución, generar derrama económica y fomentar el talento local que mezclado con gente de otras partes del mundo siga haciendo que el mercado (y sobre todo la gente) crezca.
Diego Canut, CEO de Indomnia Films
¡Excelente tema a debatir!
En el caso de Argentina, que nos prendemos fuego cada día que pasa, en donde la moneda local no solo se devalúa, pierde poder de compra y se licuan los sueldos, ¿cómo no buscar más renta con trabajos calificados remotamente? ¿Cómo no ofrecer servicios más económicos por la misma calidad? Y que eso nos permita cobrar en dólares, venderlos en el mercado negro, ilegal o paralelo -que es el doble de lo que cotiza el dólar oficial en Argentina-, y así, más o menos, nivelar la nave de lo que es un sueldo digno comparado con una media mundial...
Traigo al debate también, las tecnologías tradicionales, cámaras de alta gama para publicidad frente a los tiktokers y ahí ya no es un fenómeno de afuera, sino más bien interno que se abre mercado localmente, es decir que, para quien hace un TikTok de manera barata pero que a la marca, producto, servicio o empresa le sirve en sus estadísticas de venta: ¿por qué van a invertir millones de dólares cuando por la mitad hacen algo parecido?, porque claramente no es lo mismo, pero que es redituable en ambas direcciones: para la empresa y para los "creativos" de TikTok, que ganan dinero con muy poca inversión...
Esaú Vázquez, productor creativo
Esta herida, como le dices, no es nueva, se viene haciendo más profunda desde los 90s.
También nos ha dado grandes amigos y éxitos.
Aníbal Carmona, chairman de Unitech Corp
Lamentablemente, la industria del software también está experimentando los mismos cambios en la era de la globalización y la glocalización. Si bien la globalización ha permitido a las empresas de software expandirse a nuevos mercados internacionales y llegar a clientes en todo el mundo, también ha dado lugar a una mayor competencia desleal, ya que los desarrolladores de software de diferentes países compiten por el mismo mercado. Además, en Argentina se está por aprobar el monotributo tech, que le permite a un freelancer cobrar en dólares billete, mientras que las empresas debemos liquidar nuestras exportaciones a una tasa de cambio muy desfavorable.