Tras haber adquirido un porcentaje de las acciones de Chrysler en 2011, Fiat fue por la adquisición del 100 por ciento de la compañía estadounidense.
Como resultado de la fusión, las compañías trabajarán conjuntamente bajo el nombre “Fiat Chrysler Automobiles”, que incluye a las marcas Jeep, Ram, Dodge, Chrysler, Fiat, Maserati, Alfa Romeo y Ferrari-Lancia.
De esta manera, FCA pretende estar a la altura de grandes marcas del rubro como General Motors, Ford, Toyota y Volkswagen.
"El nacimiento de Fiat Chrysler Automobiles define el inicio de un nuevo capítulo de nuestra historia. El viaje que inicié más de diez años atrás con la búsqueda de soluciones que asegurarán a Fiat un lugar en un mercado siempre más complejo, ha culminado con la unión de dos organizaciones, cada una con una gran historia en el sector automotriz pero con características y fortalezas geográficas diferentes y complementarias. FCA permite afrontar el futuro con renovada motivación y energía", comentó John Elkann, presidente de Fiat.
Por motivos fiscales, la sede de la compañía estará situada en Gran Bretaña, aunque cotizará en las bolsas de Nueva York y de Milán. Más allá de los cambios que acarrea la fusión, desde Fiat aseguraron que los empleados y los procesos de la empresa no se verán afectados.
Por su parte, Sergio Marchionne -ceo de Fiat y de Chrysler Group- afirmó: "Es uno de los momentos más importantes de mi carrera en Fiat y Chrysler. Cinco años atrás comenzamos a cultivar un sueño de cooperación industrial a nivel mundial, pero también un gran sueño de integración cultural a todos los niveles. Hemos tenido éxito en la creación de una base sólida de un constructor global de automóviles con un bagaje de experiencia y habilidades al mismo nivel que los mejores de la competencia. La adopción de una estructura de gobierno internacional y la prevista cotización, mejorará el acceso del Grupo a los mercados globales, con evidentes ventajas financieras que complementarán este proyecto".