Marketing Argentina

HABLAN LAS LEADING WOMEN ARGENTINA 2025

Victoria Fernández Acuña, Milena Carrera, Andy Clar: lo humano, lo que no se copia, sigue siendo el diferencial

La senior marketing manager de McDonald’s, la gerenta de marca y comunicación de Banco Patagonia y la fundadora de Súper serán distinguidas, junto a otras dieciséis mujeres del país, el lunes 28 de este mes en el Hotel Four Seasons de Buenos Aires. En diálogo con Adlatina hablaron del amor por su actividad, de aprendizaje y enseñanza y del uso de la inteligencia artificial en su profesión.

Victoria Fernández Acuña, Milena Carrera, Andy Clar: lo humano, lo que no se copia, sigue siendo el diferencial
Victoria Fernández Acuña, Milena Carrera y Andy Clar: mujeres líderes.

Victoria Fernández Acuña
SENIOR MARKETING MANAGER DE MCDONALD’S

¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
Mi camino en el marketing no fue el tradicional. Al elegir mi carrera, mi enfoque principal era identificar lo que no quería hacer. Recuerdo que el primer día de clases, nuestra profesora nos advirtió sobre la importancia del análisis numérico en el marketing, lo que me confirmó que estaba en el camino correcto. Lo que me fue atrayendo de esta disciplina fue su enfoque holístico y su impacto tangible en los negocios y las personas. Tuve la oportunidad de trabajar en empresas como Nielsen, SCJohnson y Danone, en las que pude complementar la teoría con la práctica y desarrollar una visión integral del negocio. En Nielsen profundicé mi conocimiento sobre las variables clave de la performance de las marcas y los canales de venta, y en SC Johnson y Danone comprendí el rol estratégico de la marca y la importancia de integrar un propósito que trascienda los objetivos comerciales. Desde hace tres años lidero la marca McDonald’s en Arcos Dorados para la Argentina, una marca de gran relevancia a nivel mundial. La oportunidad de desarrollar iniciativas y lanzamientos que generen un impacto positivo y de impulsar el crecimiento del negocio es un desafío que me impulsa a mantener la marca relevante y conectada con nuestros consumidores.

¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Mi experiencia liderando equipos me enseñó que la diversidad no es sólo un valor, sino una ventaja competitiva. Aprendí que las diferentes experiencias y perspectivas generan ideas más creativas y soluciones más robustas. Mis compañeros de equipo me demostraron que la innovación puede surgir desde cualquier rincón de la organización, y que mi rol como líder es crear un entorno en el que todos se sientan empoderados para proponer, experimentar y desafiar el statu quo. A cambio, he intentado inculcar la importancia de la responsabilidad, la transparencia y la comunicación abierta. Busco ser una facilitadora que impulse el crecimiento individual y colectivo, fomentando una cultura en la que el error se vea como una oportunidad de aprendizaje y el éxito se celebre como un logro compartido. El mundo de los negocios está en constante cambio y debemos estar preparados para afrontar nuevos desafíos y aprender nuevas habilidades.

¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
Veo la IA como un complemento valioso para el talento humano, una herramienta que nos permitirá enfocarnos en tareas que aporten mayor valor agregado. En lugar de reemplazar a las personas, creo que la IA nos ayudará a ser más eficientes, creativos y estratégicos. Mis expectativas son que la IA nos permita analizar grandes cantidades de datos de forma más rápida y precisa, identificar patrones y tendencias que serían imposibles de detectar manualmente y personalizar la experiencia de nuestros clientes. Sin embargo, soy consciente de los desafíos éticos y regulatorios que plantea esta tecnología. Es fundamental que abordemos estos temas con responsabilidad y transparencia, garantizando que la IA se utilice de manera justa y equitativa y que se protejan los derechos de las personas.

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Milena Carrera
GERENTA DE MARCA Y COMUNICACIÓN DE BANCO PATAGONIA

¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
El movimiento constante. La posibilidad infinita de crear y luego ver tangibilizados los resultados. A lo largo de mi carrera transité por diferentes empresas y agencias que me dieron el espacio para crear y desarrollar proyectos de todo tipo. Así entendí que, en el mundo corporativo, había espacio para transformar, innovar y generar impacto con mi propia impronta. Es imposible aburrirme.

¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Aprendí que un equipo se fortalece cuando cada persona puede aportar desde sus conocimientos, sus valores y su esencia. No se trata de encajar, sino de potenciarse, respetando la autenticidad de cada uno, sacando provecho aun cuando hay opiniones divergentes y creando vínculos de confianza, que permitan expresar la diversidad de esas miradas.

¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
La IA es una herramienta poderosa, pero la clave sigue estando en las personas. A favor, creo que nos puede ayudar a optimizar procesos y a liberar tiempo para enfocarnos en lo que realmente importa: la creatividad y la estrategia. En contra, veo el riesgo de que todo se transforme en “parecido”, poco original y auténtico. La IA puede aportar eficiencia y acortar distancias, pero nunca va a reemplazar la esencia humana detrás de una gran idea.

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Andy Clar
FUNDADORA DE SÚPER

¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
Creo que me enamoré de esto porque siempre estuve buscando sentido. De chica era muy tímida, de las que observaban más de lo que hablaban. Me fascinaba entender por qué la gente hacía lo que hacía. Y un día descubrí que en este mundo (en el de la publicidad, los contenidos, las ideas) eso tenía valor. Que esa capacidad de leer entre líneas, de decir algo que otros sienten, pero no saben cómo poner en palabras, podía generar impacto. La publicidad me dio las herramientas, pero lo que me atrapó fue la posibilidad de generar comunidad, de conectar con otras personas desde un lugar emocional, auténtico. Me enamoré de esa mezcla entre intuición y estrategia. Es un trabajo que necesita de una flexibilidad emocional fuerte y mucha capacidad de reacción. No son fórmulas, son ideas: somos personas. Y al comienzo también me cautivó la adrenalina: esa sensación de que todo puede pasar si tenés una buena idea, pero sobre todo si sabés implementarla. Amo mi trabajo, no me aburre nunca.

¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Aprendí que liderar no es saber más, sino escuchar mejor. Que no se trata de dar órdenes, sino de generar una visión compartida alineada a un objetivo. De cada equipo con el que trabajé en todos estos años aprendí a ser más flexible, a entender otros ritmos y otras miradas; sigo aprendiendo mucho. No me quedo con una idea propia, para concretar siempre hay más voces. Me gusta compartir con mis equipos, la búsqueda constante de ir más allá, de no quedarnos en lo cómodo. Incentivo el deseo de hacer cosas que nos desafíen, que nos representen y que nos enorgullezcan, y con la edad aprendí también el valor del tiempo, de cuán importante es el disfrute en familia, la amistad y el tiempo para mí. Soy apasionada por mi trabajo, pero si no me deja tiempo para “vivir”, pongo el freno y reveo. Con quienes trabajo nos retroalimentamos. Cuando hay confianza real, el aprendizaje es mutuo. A veces compartís algo sin darte cuenta y muchas veces aprendés cuando menos lo esperás. Me emociona ver adónde llegaron, personas que fueron, hace años, parte de mi equipo, verlos crecer y ¡ser mucho mejores que yo! Siento que esa es la medida real del liderazgo.

¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
La IA ya es parte de mi equipo de trabajo actual. Soy curiosa y siempre estoy atenta a las nuevas tecnologías. Para mí, la IA es esa aliada a la que puedo delegarle tareas, ver en perspectiva, con la que puedo pelotear ideas y que me obliga a entrenar mi propia claridad para saber pedir cada vez mejor —pero no sólo con prompts, sino en la vida real también. Me mantiene afilada, precisa. Es fascinante trabajar con IA como parte de los procesos creativos, especialmente para generar ciertas imágenes: es como tener un equipo de producción millonario y gigante, disponible 24/7. Pero, como en cualquier equipo, nada sirve sin una gran idea. Sin foco, sin dirección, te puede marear el vicio de lo fácil, pero caerías en lo básico y sin alma. Para mí la clave está en usarla como herramienta, no como brújula. Para lograr un buen trabajo, tenés que saber del tema, estar empapada y trabajar en dupla, con ella, para afinar ideas, no para crearlas. Lo humano, lo que no se copia, sigue siendo el diferencial.

Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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