Ornella Raffaghello, directora de marketing de Danone Specialized Nutrition, dialogó con Adlatina sobre el reconocimiento Leading Women Argentina 2021 que recibirá junto a otras catorce profesionales de la industria.
La profesional es licenciada en comercialización por la Universidad Argentina de la Empresa, donde también se especializó en finanzas. Tiene más de quince años de trayectoria en la industria de consumo masivo, en la que ocupó cargos de liderazgo en empresas internacionales. En Danone lleva más de once años promoviendo marcas con propósito. Su impronta y liderazgo en la temática la llevaron a obtener cuatro premios Effie por campañas significativas y de impacto. Su interés por la gestión de triple impacto le permitió ser miembro del Consejo Empresario B desde 2020; y desarrollar desde Danone distintas iniciativas como el programa “Una reserva para más reservas”, que permitió la creación del Parque Nacional “El Impenetrable”, y la cocreación junto a ONGs sociales de Centros de Salud Nutricional y educativos en la provincia de Salta y Buenos Aires, que alcanzan a más de dos mil familias. La familia es lo más importante en su vida. Es mamá de Iryna, de dos años.
—¿Qué significa para usted ser elegida Leading Women? ¿Qué importancia tiene recibir este tipo de reconocimiento?
—Un honor y halago. Es un reconocimiento muy importante a mi impronta en la gestión e impulso de marcas con propósito. Y sin dudas, lo recibo compartiendo con los equipos de trabajo, y mi red valiosa, sabiendo que estos reconocimientos sólo son posibles cuando hay un motor fuerte de trabajo colaborativo detrás. Que la construcción de valor en las marcas basadas en propósito, es decir, marcas que tienen puntos de vista basados en valores, y dicen y hacen al respecto; para mí es un gran logro alcanzado como industria. Premiar y reconocer a los equipos que impactan positivamente en la sociedad invita al contagio de estas prácticas que evolucionan en la forma de hacer negocios y su comunicación.
—El año pasado fue sin dudas un momento de cambios. ¿Cuál considera que es la clave para seguir avanzando y construyendo en contextos de incertidumbre?
—El impulso de marcas con propósito es una de las claves. Y cómo hacemos esto a través de la escucha activa de las necesidades sociales. Las personas son la prioridad y están el centro de todo lo que hacemos. Otro punto relevante es entender dónde conversan, a través de qué canales y qué forma es la más efectiva para conectar genuinamente con ellas y sin invadir sus espacios. Y por último y fundamental, hoy más que nunca, responder con agilidad. Las personas demandan en tiempo real, y debemos innovar basados en procesos ágiles de respuesta.
—Usted hizo carrera dentro de la empresa en la que actualmente se encuentra y en la que lleva once años. ¿Cómo definiría su trayectoria en Danone?
—De evolución constante, de mucha libertad para construir mi desarrollo profesional, donde pude ir focalizándome en lo que me apasiona. Danone es una compañía que impulsa la gestión de negocios con propósito desde su esencia, que es brindar alimentación saludable impactando positivamente en la sociedad y su entorno. Es un propósito noble y trascendente; por lo que lo encaro con gran compromiso y responsabilidad. Como profesional me llena saber que mi gestión trasciende socialmente, saber que mi trabajo no pasa inadvertido. Mi trayectoria en Danone va marcando cada vez más mi impronta profesional basada en la trascendencia de valores. Y destaco el trabajo en equipo que siempre lo hace posible. Desde las miradas diversas y plurales se logran las ideas e iniciativas de negocio potentes.
—¿Cómo ha ido evolucionando la relación con los clientes de Danone a raíz de las nuevas formas de consumo que se potenciaron durante la pandemia?
—Sin lugar a dudas, la relación con las personas hoy más que nunca se basa en la empatía, la transparencia y la generación de contenidos de valor. Mediante una comunicación abierta, de gran escucha, en que nos hacemos eco de ese diálogo. La evolución también está dada por pasar de una conexión desde productos a una conexión desde experiencias. En que el producto es parte y el servicio y la cercanía de cada punto de contacto hacen la diferencia en la propuesta de valor en sí. Para esta nueva forma de gestionar los negocios se requieren trasformaciones internas en las compañías, y sin lugar a dudas vale la pena ese proceso de adaptación, ya que el valor de la experiencia llegó para quedarse.
