Nestle ha sido arrastrada dentro del escándalo de la carne de caballo en Europa después de que a dos de sus productos congelados de pasta –publicitados como carne de vaca- se les encontró un contenido mayor al 1% de aquel ingrediente.
Los productos afectados –Buitoni Beef Ravioli y Beef Tortellini- ya fueron retirados de las góndolas de los supermercados en Italia, España y Francia. Nestle también ha retirado un producto de carne congelada que produce para el negocio del catering, llamado Lasagnes a la Bolognaise Gourmandes, y suspendió las entregas de todos los productos que utilizan para su elaboración carne provista por un subcontratista alemán a uno de sus proveedores.
En una declaración, la empresa con sede en Suiza dijo: “Nuestros tests han hallado rastros de ADN equino en dos productos elaborados con carne suministrada por H.J. Schypke. Los niveles hallados superaron el umbral del 1% que la Food Safety Agency de Gran Bretaña utiliza para indicar probable adulteración o negligencia. Hemos informado a las autoridades de este hecho. No existe un problema de seguridad de la alimentación. Estamos incrementando nuestro ya existente programa de control agregando nuevos tests en carne para el ADN equino previos a la producción en Europa”.
Nestle es el último nombre comercial muy conocido que fue salpicado por el escándalo, que empezó en enero cuando las autoridades irlandesas hallaron rastros de carne equina en hamburguesas de carne fabricadas por firmas de Irlanda y Gran Bretaña, y vendidos en cadenas de supermercados como Tesco y Aldi, entre otras.
Burger King prohibió miles de Whoppers y Angus Burgers, que tuvieron origen en el mismo proveedor irlandés, Silvercrest. A su vez, en la lasaña Findus, supuestamente de carne, fue detectado un 100% de carne de caballo.
Tesco inmediatamente realizó un aviso de disculpas en los diarios nacionales de Gran Bretaña, incluyendo a The Times, The Guardian, Daily Mail y The Sun, e instaló un website para mostrar a sus proveedores de comidas.
McDonald's golpeó rápidamente a Burger King al relanzar un viejo aviso de gráfica producido por Leo Burnett en el que recordaba a los consumidores que sus hamburguesas estaban hechas de 100 de carne inglesa e irlandesa, mientras Mini adoptó una postura más liviana ante el escándalo, al promover su nuevo Roadster con la frase: “Carne. Con una gran cantidad de caballos escondidos en ella”.
Según Nielsen, las ventas de hamburguesas congeladas cayeron un 40% en la semana del 2 de febrero, y más de dos terceras partes de los adultos británicos dijeron que difícilmente comprarían productos congelados de carne en el futuro. Entretanto, la marca Quorn, un sustituto de la carne, afirma haber tenido un aumento del 10% en sus ventas durante enero.
El escándalo de la carne equina ha sido atribuido a la existencia de cadenas demasiado grandes de abastecimiento, la reducción de los presupuestos de las autoridades de control de alimentos, actividades delictivas organizadas y otros factores.