Andrea Valin es gerenta general de Groceries & Retail en Uber Chile, donde lidera todo lo que se ofrece a través de la app de Uber Eats que no sea restaurantes. Antes, como gerenta general de Cornershop, encabezó el negocio durante la pandemia y luego lideró la migración a Uber. Trabajó en el área del retail en empresas como Cencosud y Falabella, y estuvo vinculada a startups de tecnología como ComparaOnline.
Valin es ingeniera civil por la Pontificia Universidad Católica de Chile, con un posgrado en tecnologías de la información y una maestría en ciencias de la ingeniería de la misma universidad. También tiene un MBA de la Kellogg School of Management de la Northwestern University en Chicago, con major en marketing.
¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
La gracia de trabajar en startups y empresas tecnológicas como Uber es que tenemos la posibilidad de impactar directamente en la vida de las personas de forma positiva y no tengo dudas de que a través de nuestra plataforma lo logramos todos los días, ya sea a través de los viajes compartidos o desde el delivery, en especial desde el negocio que yo lidero con las compras de supermercados y retail. En este sentido, algo que me gusta mucho de mi trabajo en Uber es que me permite actuar en una de las causas que más me mueve, que es la inclusión de las mujeres en el mundo laboral. Lamentablemente seguimos viviendo en una sociedad en que las compras de supermercado, la cartulina del colegio o el regalo para el cumpleaños del hijo recaen principalmente en las mujeres; entonces, saber que con el servicio que prestamos estamos haciendo esta parte más fácil para las madres, suavizando esa carga mental y permitiendo a las mujeres trabajar más tranquilas me hace muy feliz. En lo relacionado a mi rol, me gusta la posibilidad que me ofrece de poder moverme en distintos temas al mismo tiempo: de operaciones a finanzas, marketing, el área comercial, etcétera. Y, a la vez, poder meter literalmente las manos en la masa en lo que sea más urgente y relevante en el minuto. Además, disfruto mucho de liderar equipos, ya que son la base para el éxito en lo que hacemos. Complementar personas con distintas habilidades y sacar lo mejor de cada una, dándoles autonomía y ayudándolas a desarrollarse es lo que permite traer grandes resultados en una empresa.
¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Cuando una construye y trabaja en equipo, aprende día a día de las personas. Mi mayor aprendizaje ha sido entender cómo distintas personalidades tienen distintos procesos para enfrentar una situación, y no necesariamente una es mejor que otra, sino que complementar las distintas visiones permite llegar a ideas y soluciones que son mejores que cada solución por separado. Mi filosofía es que 1+. Así que creo que cada integrante de mi equipo tiene algo para enseñarme: son mejores que yo en una u otra cosa y lo valioso es armar un equipo en el que las fortalezas de cada uno se complementen. De la misma manera, creo que ellos reciben las herramientas que yo les puedo entregar a través de mi experiencia: les doy autonomía, pero también un apoyo constante.
¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
La inteligencia artificial me sorprende y me emociona: creo que la capacidad que tiene de hacernos ciertas cosas más fáciles es impresionante. Si bien en Uber como tal no me parece tan novedosa, porque nuestra aplicación y muchos de nuestros procesos ya tienen machine learning e IA incorporados, en el mundo laboral el uso que puede tener en la generación de tareas más repetitivas —como emails, presentaciones, etcétera— es increíble y, en una perspectiva un poco más profunda, aprender a usarla como una herramienta para profundizar y analizar ideas, para buscar formas de enfrentar un problema y para analizar riesgos es muy útil. De todas formas, me preocupa que como sociedad no estamos preparados para ciertos impactos que pueda tener: por ejemplo, en la tasa de empleo y en los resguardos que hay que tomar al usarla, entendiendo que no es una solución perfecta, porque puede tener sesgos, errores, etcétera.