Ana María Molina es periodista y comunicadora.  Durante más de veinte años ocupó posiciones ejecutivas en empresas nacionales e  internacionales. Fue directora de Philip Morris International en asuntos  públicos para el área andina y directora de recursos humanos para Ecuador, Perú  y Chile. “He sido parte de organizaciones nacionales y multinacionales  competitivas y orientadas a resultados ―cuenta―. He tenido jefes que me enseñaron y  otros que me dieron jaqueca, pero de todos ellos aprendí”. 

La flamante Woman to  Watch confiesa: “Mi máxima es aprender  a aprender y adaptarme a los cambios del entorno sin perder mi esencia ni  principios. Soy una mujer bendecida por la vida que tengo. Cuando me preguntan  cuál es mi mayor éxito, muestro la foto de mi familia, que me hace sentir  orgullosa. Cultivo la amistad de mis amigos como si fuese mi jardín. Me gusta  compartir mis saberes y experiencia; no descarto en un futuro ser parte de la  academia”.

—¿Qué valor tiene para  usted ser una de las Women to Watch?  ¿Qué importancia tienen este tipo de reconocimientos, y particularmente en  Ecuador? 
  —Me siento honrada de compartir tribuna con mujeres  extraordinarias, todas destacadas en sus respectivas industrias y que son un  ejemplo. Que se valore públicamente nuestro aporte profesional para dinamizar  las economías siempre es buena noticia para la sociedad. En nuestro país,  cada vez existe mayor conciencia a nivel empresarial del éxito que implica  tener mujeres en posiciones de liderazgo. No obstante, aún nos falta un largo  camino por recorrer. Todavía nos enfrentamos a mundos desiguales, en salario,  oportunidades laborales, discriminación, violencia. Reconocimientos como Women to Watch son siempre bienvenidos,  pues sirven como marco de referencia para las jóvenes que nos siguen.   

—¿Qué puede comentar  sobre la sustentabilidad y la política que lleva adelante la empresa en base a  ello? ¿Qué lugar tiene el gobierno o las instituciones públicas a la hora de  hacer una acción ligada a la sostenibilidad?
  —Corporación GPF es reconocida por sus marcas y referente en  innovación en el retail farmacéutico, en servicio y en sostenibilidad. Estas credenciales y nuestra transparencia al hacer  negocios han sido clave para mantenernos competitivos y rentables, sin  descuidar nuestro compromiso de trascender en la sociedad. Medimos nuestro  desempeño según objetivos de desarrollo sostenible. Sensibles  con el ambiente, estamos certificados como empresa carbono neutral y en 2016  nos comprometimos con ONU Mujeres para promover la igualdad de género dentro y  fuera de nuestra organización. La empresa privada es responsable de nueve de cada diez empleos en el  Ecuador y está decidida a sacar el país adelante con reglas claras que generen  confianza. El grupo mexicano-chileno FEMSA-Socofar, que recientemente adquirió  nuestra organización, le está apostando al Ecuador del futuro. Su presencia  significará nuevas inversiones, crecimiento de la operación y generación de  nuevos empleos. En nuestra organización respiramos optimismo.

—¿Cómo es el cliente  ecuatoriano en cuestiones ligadas al cuidado de su salud y cómo trabajan desde  su área para satisfacer sus necesidades? 
  —Cuando se trata de acceder a productos de primera necesidad, el ecuatoriano quiere comodidad y rapidez, todo en un solo lugar, y mejor si es a precios competitivos y sin desplazarse. El cliente es nuestra razón de ser y delineamos estrategias para satisfacer sus necesidades a través de un portafolio de productos de altísima calidad, servicios de excelencia y experiencias de compra diferenciadas. Capitalizamos de la tecnología para conocer sus gustos y preferencias. Una de nuestras marcas emblema tiene relaciones multicanal con sus miles de clientes en todo el país. Fuimos pioneros en servicio a domicilio desde los años 70, que se convirtió en una práctica en el retail farmacéutico y elevó los estándares de atención en la industria. Liderar la innovación siempre ha estado en nuestras venas. Nuestro compromiso es mantener a nuestro cliente satisfecho y solucionarle sus necesidades. La celeridad con la que respondamos es una de las claves de fidelización. 

—Trabaja en una división  que está claramente conectada con la gente. ¿Qué representa, tanto personal como  profesionalmente, trabajar en función de mejorar la calidad de vida de las  personas?
  —Me apasiona lo que hago: es conectar a la gente y tender  puentes entre nuestra compañía y sus stakeholders.  Mi misión es comunicar con transparencia, evidenciar la verdad de los hechos y  compartir nuestras buenas prácticas en diversos frentes que nos hacen una  empresa única. Integridad crea confianza  ha sido la filosofía corporativa de GPF desde 1930 y se ha convertido en una de  nuestras ventajas competitivas. La honramos cada día, en nuestras decisiones de  negocios y en nuestra interacción con nuestros miles de colaboradores y  clientes, con nuestros socios estratégicos, con las autoridades y con las  comunidades. Hoy, más que nunca, la transparencia es un atributo estratégico  para que los negocios sean realmente sostenibles en el tiempo.

—¿En qué proyectos  estarán trabajando este año?
 —Reputacionalmente, posicionar la presencia de Empresas Socofar  en Ecuador y su proyección en la región, que se traduce en crecimiento y  oportunidades para el país en general. Tampoco dejaremos de lado el trabajo que  hemos venido realizando a favor de la inclusión, la equidad y el ambiente, que se  ha convertido en parte de nuestro ADN corporativo. Queremos que nuestros  colaboradores, socios estratégicos y clientes se sientan orgullosos de ser  parte de una empresa coherente con sus valores, que ha sido el secreto para  mantenernos casi 90 años operando en el Ecuador.