(Ad Age) – David Droga, el fundador y chairman de Droga5, dijo que a veces hay que hacer “alianzas” cuando las presiones de la industria empiezan a juntarse, al hacer referencia al acuerdo por 475 millones de dólares para vender su agencia a la consultora Accenture Interactive, durante su disertación en la Ad Age’s Small Agency Conference de New Orleans.
“Yo estaba buscando algo que iba a amplificar las ambiciones que tengo para esta agencia”, dijo Droga, explicando en ese momento que WME (ahora Endeavor) “estaba influyendo en la cultura pop como ningún otro”.
Notó que cuando Droga5 vendió previamente un 49% de su posición a William Morris Endeavor, no estaba buscando dinero en efectivo, ni siquiera entrar en un acuerdo, sino que el alineamiento “tenía sentido”.
Droga dijo que el último acuerdo fue en realidad “liberador”, porque “no cambió nada en la compañía”.
Agregó que él personalmente “no buscaba hacer una venta. Todos los holdings trataron de comprarnos y yo nunca estuve interesado en eso. Para ellos se trataba de coleccionar y comprar ingresos y yo no tenía interés en participar”.
Droga reconoció que quiso permanecer relevante, y que el acuerdo con Accenture, a su juicio, ayuda a ese esfuerzo.
Respecto a lo que Accenture puede hacer con la data, sus capacidades y su alcance, expresó que sentía “que ellos pueden hacer cosas que nosotros no podemos. Ellos pueden escalar, construir y correr sistemas como ningún otro. Y nosotros hacemos cosas que ellos no pueden hacer: estamos en las ideas, la estrategia y el sabor de las agencias”.
Ante un salón colmado de agencias independientes, Droga afirmó que en la industria evolucionada de hoy, los dos factores de habilidad –creatividad y data- deben trabajar mano a mano, pero también dijo que “de ninguna forma estoy sugiriendo que todos tienen que hacer algo como esto”.
El publicitario también volvió a narrar la historia de cómo su agencia, con sede en Nueva York -y ahora tiene como base a un espacioso edificio de Wall Street- arrancó en 2006 con sólo unas pocas personas trabajando en una pequeña oficina. (El primer proyecto de la agencia fue una campaña alrededor de los Juegos Olímpicos de 2008 para su cliente GE, que el propio Droga tuvo como CCO de Publicis y que le pidió que hiciera el trabajo al mismo tiempo que montaba su propia compañía).
Droga dijo que a veces oyó las críticas de que una agencia perdería su cultura si se convirtiera en demasiado grande. Él se burló de eso: “Son tonterías. Todo esto depende de cómo se maneja el negocio y qué hay que hacer para ganar un dólar”.