—¿Por qué hace lo que hace?
—Arranqué a filmar como un espacio donde expresarme y profundizar mi sensibilidad. De a poco se fue convirtiendo en un trabajo, pero esa premisa sigue estando, y sea lo que sea que dirija, necesito involucrarme emocionalmente. Me nutren las experiencias nuevas y lo que pasa cuando pierdo un poco el control. Ganar un proyecto e ir a filmar a cualquier parte del mundo es un poco entregarme a eso. La publicidad tiene un ingrediente constante de incertidumbre, es como estar aplicando a trabajos nuevos todo el tiempo. Encuentro mucha libertad en esa falta de rutina.
—¿En qué proyecto está trabajando actualmente?
—Estoy en la pre de un comercial de motos que voy a filmar en Madrid a mediados de marzo; editando una campaña de autos que filmé en Dubai en enero y un Director’s Cut del año pasado. Ah, y escribiendo un tratamiento (no importa cuándo leas esto).
—¿Cómo ve su actividad hoy? ¿Qué cambios hubo en estos años y hacia dónde cree que va?
—Yo la veo en un gran momento, de transformación y expansión. El cambio generacional me parece que le está haciendo muy bien. Sobre todo porque la figura del director en los últimos años se fue humanizando y bajando a tierra. Crecimos con la idea de directores hombres vestidos de traje, endiosados o tiranos, o escuchamos un sinfín de historias no tan agradables sobre algunos con obras destacables. Para mí la convicción es lo que distingue a un gran director, el problema es cuando eso se mezcla con poder y soberbia. Yo no concibo tenerle miedo a un director. Es una actividad puramente colaborativa, y la humildad es esencial para la sinergia. No sé hacia dónde va, pero el presente es favorable y mejor que el pasado, así que supongo que lo que viene será aún mejor.
—Si tuviera que recomendar una película, un disco y un libro, ¿cuáles serían y por qué?
—Película: Funny Ha Ha de Andrew Bujalski. Es la película que sentó las bases del Mumblecore. Retrata de una manera hiper realista a una juventud sin rumbo. A mí me abrió los ojos. Disco: Jungle, el nuevo de The Blaze. Libro: Whatever You Think, Think the Opposite de Paul Arden. Muy fácil de leer, consejos simples, desde un punto de vista original.
—¿Qué consejos puede darles a los que quieren hacer esto en el futuro?
—Este es un trabajo hermoso, pero incierto, desgastante, que requiere de mucha disciplina y habilidad social. Lo primero para mi es buscar lo que te mueve, encontrar tu estilo. Yo siempre me sentí un outsider estudiando cine. Me daban una película de Hitchcock o Fellini, y me aburría. Eso cambió cuando arranqué a ver lo que yo quería ver y no lo que me decían que tenía que ver. Fue con el Mumblecore que me enamoré del arte de filmar, ahí algo se despertó en mí. Cine de muy bajo presupuesto, sobre personajes jóvenes que buscan su lugar en el mundo, diálogos naturalistas o improvisados con un enfoque casi documental y profundamente sincero. Encontrar mi lugar en ese momento fue liberador y automáticamente abandoné la carrera. En esa línea, mi consejo es escuchar lo que resuena en uno mismo, conectar internamente. Crear desde ahí es el acto de sinceridad más grande, y eso siempre nos va a llevar por el camino correcto, sea dirigir cine, videoclips o publicidad. Hoy es muy fácil perderse mirando lo que hace el otro, comparándonos, y ese conflicto interno atenta directamente con el foco de la inspiración. Y cuando la motivación depende de lo que pensamos que deberíamos hacer y no de lo que sentimos que deberíamos hacer, lo que sale no es real.
—¿Qué otras cosas hace además de dirigir?
—Estoy jugando al tenis y corriendo mucho. También este año arranqué con meditación. Necesito siempre data nueva.
—¿Cuál es su filosofía o frase?
—Abrazar la incomodidad. Es un estado mental que busco prevalecer. Yo veo en la incomodidad un motor para la creación. Los proyectos que más me representan surgieron desde una búsqueda de respuestas, o una vulnerabilidad emocional y personal. Es como un estado muy permeable para conectar con nuestras emociones, sentirlas, y reconocerlas.
—¿Qué creator colega de Iberoamérica recomienda a la comunidad Bloomclouds, y por qué?
—Cami Zapiola, Juanma Pinzón, Los Mumu, Luciano Ruiz, Luján Islas, Martín Holzman, Rocío Crudo, Yupi Segura. Ordenados alfabéticamente porque no hay mejores o peores, simplemente los considero referentes y grandes directores.

Compartimos algunos de sus trabajos y en Bloomclouds pueden verse el perfil y más contenido de Álvaro Stocker.

TRABAJOS DE ÁLVARO STOCKER