Nacho Oñate y Néstor García anunciaron la apertura de Fácil, su propia agencia creativa. En este marco, Adlatina dialogó con la dupla acerca de los motivos por los cuales decidieron abrir su agencia, el diferencial que proponen, los clientes con los que trabajarán, las nuevas tecnologías y el aprendizaje que se llevan de una agencia como Lola MullenLowe, donde trabajaron hasta febrero de este año como ECDs.
¿Qué fue lo que les llevó a abrir su propia agencia?
Nacho Oñate: Siempre hemos tenido la ilusión de tener nuestra propia agencia, pero nunca se dieron las condiciones. Al salir de Lola pensamos que era un “ahora o nunca”. Y aunque tuvimos ofertas tentadoras, nada nos motivaba tanto como lanzarnos a empezar algo nuestro. Tenemos las mismas ganas de cuando empezamos y la experiencia que nos han dado los años.
Néstor García: Después de pasar toda nuestra vida trabajando en multinacionales nos apetecía mucho hacerlo en un proyecto independiente. Y como lo de montar nuestra propia agencia siempre lo habíamos tenido en mente, sentimos que ahora era el momento de hacerlo.
¿Cuál es el diferencial que proponen a través de Fácil? ¿A qué se debe el nombre de la agencia?
N.O: Fácil es el nombre de la agencia y también nuestra filosofía. Un concepto que aplicamos a todo, tanto a la relación que mantenemos con los clientes y los equipos, hasta en cosas más concretas como las presentaciones, estrategias o procesos. Y de puertas afuera, es la manera en la que queremos que las marcas se relacionen con la gente.
N.G: La realidad es que no hemos creado Fácil desde la pregunta ¿Qué hacemos para ser diferentes? sino más desde ¿Qué hacemos para poder trabajar como somos?
Además de ustedes dos ¿quiénes forman parte del equipo? ¿Qué requisitos debe tener un talento para trabajar con ustedes?
N.O: Como socios estamos Néstor y yo y el equipo lo diseñamos según las necesidades de cada proyecto. Colaboramos con gente de confianza, a muchos ya los conocemos desde hace años y sabemos el talento que tienen y el valor que pueden aportar.
N.G: El único requisito que pedimos es que compartan nuestra manera de entender el negocio y que el proyecto les ilusione tanto como a nosotros. Es imposible hacer un buen trabajo si lo empiezas sin ilusión.
¿Con qué clientes trabajan y a qué tipo de clientes apuntan?
N.O: Ya estamos trabajando para algún cliente como Pescanova y acabamos de rodar una campaña global que se estrenará en unos meses para la marca de relojes Festina. Y respondiendo a lo segundo, un poco lo de antes, trabajaremos con todos aquellos que piensen igual que nosotros y que el reto que nos propongan nos motive.
N.G: A ver, tampoco nos vamos a poner estupendos, vamos a trabajar con todo aquel que quiera hacerlo con nosotros, que sepa trabajar con una agencia como parte de su equipo, que entienda que podemos sumar valor en las dos direcciones y, sobre todo, con todo el que valore el poder de las ideas, que es algo que sentimos que va perdiendo valor en el mercado frente a discursos más técnicos.
Considerando que llevan muchos años como dupla, ¿cómo se potencian entre ustedes? ¿Cómo es el trabajo complementario que realizan?
N.O: Yo creo que la clave está en conseguir un nivel de confianza que te permita ser como eres sin sentirte juzgado y decir lo que se te pase por la cabeza sin el temor a herir sentimientos. A mí eso me hace sentir bien, me inspira a ser mejor y me motiva a seguir pensando juntos. Creo que juntos somos mejores que separados. Como los Beatles.
N.G: Poder decir “Nacho, qué pesado eres con los Beatles!” y que él me diga “no tienes ni idea de música”. A la hora de pensar nos gusta lo mismo, pero nuestra manera de llegar a las ideas es diferente, y como nuestro proceso es bastante abierto, generalmente vamos construyendo todo sumando de ambas partes. Es que esta pregunta es rara, hay parejas que funcionan y otras que no. Afortunadamente la nuestra funciona y los dos lo sabemos.
¿Qué opinan de la incorporación de nuevas tecnologías como IA o ChatGPT en la industria?
N.O: En general me encanta poder vivir cambios así de bestias. Sobre la IA no tengo una opinión definitiva ni me atrevo a ser otro más de los que vaticinan su futuro, pero confío en que, como cualquier otro avance tecnológico de estas dimensiones, acabe siendo una herramienta que usemos de manera habitual y que nos facilite las cosas.
N.G: Creo que va a conseguir que los pensamientos de autor cada vez tengan más valor. Los trabajos más técnicos quizá puedan sufrir más, pero en una industria que trata de conectar personas con personas, las personas siempre van a tener espacio. Es una reflexión rápida y poco profunda, pero es que se han dicho muchas cosas y no me voy a repetir.
¿Qué aprendizaje se llevaron de una agencia como Lola MullenLowe?
N.O: Doce años han dado para mucho y hasta de los momentos malos te llevas algo bueno. En Lola hemos aprendido a ser más empáticos con la gente, a entender mejor al cliente y su realidad y a tratar de disfrutar más de los proyectos en lugar de sufrirlos tanto. Pero quizá lo más importante es que Lola, como cualquier marca del mundo, no es nada sin la gente que hay tras ella. Es fundamental cuidarla.
N.G: Hemos tenido la suerte de vivir una época maravillosa en Lola, trabajando con personas con muchísimo talento y con maneras de trabajar muy diferentes. De todas hemos aprendido algo. Muchos años más muchas personas es igual a mucho aprendizaje.