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(AD AGE) POR MARÍA RAGUSA

Cómo escapar de los silos laborales de las agencias y conseguir el puesto adecuado

Seguir nuestras verdaderas pasiones es un desafío en un mundo donde los trabajos parecen definirnos de una vez y para siempre. En este sentido, la autora comparte recomendaciones para gestionar ese cambio de rol o área tan anhelado de manera exitosa. 

Cómo escapar de los silos laborales de las agencias y conseguir el puesto adecuado
En una industria que exige trasnochar, trabajar los fines de semana y tanta pasión y vulnerabilidad, no deberías conformarte con tu segundo departamento favorito. (AMNAJ/ADOBE STOCK)

Nuestros trabajos tienden a definirnos. Imagina presentarte no por tu nombre, sino como "estratega", "ejecutivo de cuentas" o "creativo", como si esos nombres te los hubieran dado al nacer. Al fin y al cabo, los puestos de trabajo definen nuestra identidad, nuestra posición y, siendo sinceros, cómo vestimos: los creativos que tienen los mejores zapatos.

¿Pero qué pasa cuando los zapatos ya no te quedan bien? ¿Cuando el título se siente como una jaula, no como una vocación? ¿Qué pasa cuando despiertas en el departamento equivocado?

En una industria que siempre está en busca de la próxima gran idea, las rígidas barreras profesionales de la publicidad pueden frenar el talento con trayectorias lineales, carreras de 40 años y roles claramente definidos. Pero lo cierto es que la rápida evolución de la industria exige adaptabilidad. Muchos anhelamos un cambio, a veces en la misma agencia, a veces con el mismo cliente.

¿Estás preparado para el momento en que te des cuenta de que no estás en el departamento adecuado? No hay asesores profesionales internos a quienes preguntar: ¿Qué pensará mi jefe? ¿Cómo se lo digo a mis subordinados? ¿Se verá afectado mi sueldo? ¿Y mis zapatos?

Estas preguntas pueden ser abrumadoras, como me pasó a mí cuando me di cuenta de que estaba en el departamento equivocado. Como muchos otros en publicidad, mi camino hacia la estrategia fue todo menos lineal.

En la universidad, soñaba con ser diseñador… hasta que me di cuenta de que no tenía ni idea de diseño. La escuela de portafolios estaba descartada, así que me dediqué a la estrategia de marca, un puesto creativo que requiere una curiosidad sin igual y que aún se encuentra dentro del sector publicitario.

Realicé una pasantía de estrategia de marca en Los Ángeles, pero anhelaba estar más cerca de mi familia en San Francisco y de la agencia de mis sueños, que desafortunadamente solo tenía vacantes para un puesto de cuenta.

Con todo por aprender y nada que perder, acepté el puesto. Dos años y cuatro Super Bowls después, esa picazón estratégica que enterré bajo mi escritorio se volvió imposible de ignorar. Era hora de luchar por un cambio, sin importar cuántas veces hiciera falta ir a tomar café.

Finalmente, llegué a donde pertenezco. Aterrizar en la estrategia de marca fue como volver a casa. El peso que ni siquiera sabía que llevaba se alivió, reemplazado por una auténtica emoción por cada día de trabajo. La pasión que había reprimido durante tanto tiempo finalmente encontró una salida, haciendo que cada día se sintiera más significativo y mi trabajo mucho más impactante.

En retrospectiva, mi tiempo en gestión de cuentas no fue un desvío, sino una valiosa base. Tres años después, me uní a nice&frank, donde ahora aprovecho esta experiencia multifacética para liderar nuestra oferta estratégica de seis semanas, FrankShop.

Los interminables "qué hubiera pasado si..." podrían indicarte que es hora de un cambio, pero no necesariamente ayudan a tomar decisiones. Como alguien que ha gestionado con éxito varios cambios de cargo y departamento, aquí tienes algunas maneras de ayudarte a lograrlo.

Toma un respiro

Esta decisión no se toma de la noche a la mañana, y ciertamente no verás un cambio en 24 horas. Suele ser un largo camino que requiere múltiples conversaciones y la determinación de demostrar que puedes dar el salto.

Escribe en un diario sobre la parte favorita de tu día

Reflexiona sobre qué te entusiasma y qué te hace querer tirar la laptop por la ventana. ¿De verdad quieres un cambio? ¿Quizás solo necesitas cambiar las cosas en el departamento en el que ya estás? Tómate un tiempo para reflexionar sobre esto.

Conversa con el otro departamento

Invita a personas de todos los niveles a tomar un café y conversa con ellas. No te limites a escuchar los aspectos glamorosos del puesto; comprende también los desafíos. El terreno será diferente, pero no siempre más verde.

Haz el trabajo primero

Si quieres ser estratega, escribe un brief. Si quieres ser creativo, escribe un guión. Si quieres ser productor, revisa algunos reels. Encuentra un proyecto pequeño que necesite algo de cariño. Podría ser ese proyecto de radio que nadie ha querido tocar en semanas. Aprovecha cualquier oportunidad para adquirir experiencia real donde puedas.

Asegúrate de que te está yendo bien en tu departamento actual.

Su agencia es un negocio. Cualquier cambio de personal es una apuesta arriesgada. El mejor lugar para demostrar su valor como empleado será donde ya trabaja. La apuesta parece menos arriesgada si la gerencia sabe que prefieren que se quede en la empresa antes que que se vaya.

Esté dispuesto a dar un paso atrás para dar un paso adelante.

Cambiar de departamento podría significar un descenso. Y, por muy alarmante que suene, podría acelerar tu crecimiento. Cuanto más ames tu puesto, más prosperarás. La tristeza no motiva.

No será fácil, pero valdrá la pena. Puede que lleve meses. Puede que lleve años. Puede que requiera conversaciones difíciles. Pero, en una industria que exige trasnochar, fines de semana y tanta pasión y vulnerabilidad, no deberías conformarte con tu segundo departamento favorito.


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por Ad Age

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