El estado de Texas ha reaccionado, después de varios años, ante el uso ilegal de su eslogan “Don’t mess with Texas”, y en consecuencia se ha creado una delicada situación legal que está lejos de su definición.
“El Estado ha invertido mucho dinero en ese eslogan, y queremos que la gente sepa que esa frase está destinada a que la gente no arroje la basura fuera de su lugar, y no es un mensaje machista, como se lo ha querido utilizar”, dijo Doris Howdeshell, directora del Departamento de Turismo del Estado.
El gobierno ha enviado 23 intimaciones a distintas empresas para que cesen el uso no autorizado de la frase, que es un juego de palabras cuya traducción literal es “no ensucie a Texas”, pero que también se puede interpretar como “no se metan con Texas”. Por este último significado se la ha venido utilizando en toda clase de artículos y productos vendidos en la región.
“La acción oficial puede ser muy pequeña y muy tardía”, advirtió Kae McLaughlin, de una liga en apoyo del derecho al aborto, entidad a la que le reclamaron que dejen de usar el eslogan “Don’t Mess With Texas Women” en una remera.
“Si una frase tan usada como esa ha sido vista durante tanto tiempo, es absurdo que ahora se intente borrar su significado de la mente de la gente”, abundó McLaughlin.
Un revuelo
En realidad, la frase data del año 1986, y se ve en TV desde el primer día del año 1987. Hubo en su momento un verdadero revuelo publicitario por la campaña, que reclamaba a los texanos un mayor cuidado en el uso de los desperdicios.
Pero sólo en el año 2000 las autoridades estatales decidieron registrar el eslogan. Algunos especialistas dicen que para ellas será difícil demostrar que el público puede confundir una prenda que habla de los derechos del aborto, con una campaña de limpieza. Pero Texas puede argumentar que la fuerza de su mensaje se pudo diluir a lo largo del tiempo con los usos no autorizados.
La Universidad de Texas, que también utilizaba la frase en sus remeras, declaró que podía dejar de hacerlo, pese a que reconocía que era un atractivo argumento publicitario. “Estamos cooperando con el gobierno en proteger su marca, de la misma manera que quisiéramos que otra entidad nos ayudara a proteger la nuestra, si se diera el caso”, dijo un alto funcionario de la Universidad.
Pero el caso tiene muchas ramificaciones, porque el famoso eslogan ha venido apareciendo en los artículos más variados: pastillas de menta, repuestos de heladeras, sweaters, cuadernos, golosinas y stickers usados en los paragolpes de los automóviles, entre muchos otros. En la mayoría de los casos, involucrando a una marca comercial.
“El Estado ha invertido mucho dinero en ese eslogan, y queremos que la gente sepa que esa frase está destinada a que la gente no arroje la basura fuera de su lugar, y no es un mensaje machista, como se lo ha querido utilizar”, dijo Doris Howdeshell, directora del Departamento de Turismo del Estado.
El gobierno ha enviado 23 intimaciones a distintas empresas para que cesen el uso no autorizado de la frase, que es un juego de palabras cuya traducción literal es “no ensucie a Texas”, pero que también se puede interpretar como “no se metan con Texas”. Por este último significado se la ha venido utilizando en toda clase de artículos y productos vendidos en la región.
“La acción oficial puede ser muy pequeña y muy tardía”, advirtió Kae McLaughlin, de una liga en apoyo del derecho al aborto, entidad a la que le reclamaron que dejen de usar el eslogan “Don’t Mess With Texas Women” en una remera.
“Si una frase tan usada como esa ha sido vista durante tanto tiempo, es absurdo que ahora se intente borrar su significado de la mente de la gente”, abundó McLaughlin.
Un revuelo
En realidad, la frase data del año 1986, y se ve en TV desde el primer día del año 1987. Hubo en su momento un verdadero revuelo publicitario por la campaña, que reclamaba a los texanos un mayor cuidado en el uso de los desperdicios.
Pero sólo en el año 2000 las autoridades estatales decidieron registrar el eslogan. Algunos especialistas dicen que para ellas será difícil demostrar que el público puede confundir una prenda que habla de los derechos del aborto, con una campaña de limpieza. Pero Texas puede argumentar que la fuerza de su mensaje se pudo diluir a lo largo del tiempo con los usos no autorizados.
La Universidad de Texas, que también utilizaba la frase en sus remeras, declaró que podía dejar de hacerlo, pese a que reconocía que era un atractivo argumento publicitario. “Estamos cooperando con el gobierno en proteger su marca, de la misma manera que quisiéramos que otra entidad nos ayudara a proteger la nuestra, si se diera el caso”, dijo un alto funcionario de la Universidad.
Pero el caso tiene muchas ramificaciones, porque el famoso eslogan ha venido apareciendo en los artículos más variados: pastillas de menta, repuestos de heladeras, sweaters, cuadernos, golosinas y stickers usados en los paragolpes de los automóviles, entre muchos otros. En la mayoría de los casos, involucrando a una marca comercial.