Franjas azules, blancas y rojas decoran las camisetas y algunas faldas de líneas curvas; rombos y tejidos escoceses para las camisas de hombre y los complementos. Además, se vieron en sus pasarelas colores caqui y otros tejidos lisos beige de lana, pantalones pirata y extra-grandes. Éste es el estilo americano que muchos especialistas de moda lo consideran su ícono.
En 2005 se cumplieron 20 años desde que Tommy Hilfiger, un diseñador autodidacta, abriera su primer local en la Gran Manzana. “Vestirse debería ser divertido, es una manera creativa para expresar lo que uno es, celebrar la individualidad a través de la moda”, dijo el diseñador a The New York Times.
El estilo americano
“Los diseñadores estadounidenses informalizamos el mundo; ésa es nuestra contribución a la moda”, dijo recientemente Hilfiger a la revista Rolling Stone. Los Estados Unidos estuvieron inmersos en el uso de ropas informales antes de que esta movida –que hoy en día no llama la atención de nadie- se expandiera por el mundo entero.
Todo empezó en California en los años ’60, con los surfers. Los hombres estaban cansados de las corbatas y las mujeres no deseaban estar tan arregladas. Esta tendencia fue creciendo, pero fue Hilfiger quien, en 1995 terminó de instalarla en el mundo fashion, cuando muchos actores y cantantes en seguida se sumaron a esta movida.
El estilo americano es una mezcla de estilos, ya que, como explicó en más de una ocasión el diseñador, en los Estados Unidos hay gente de todas partes del mundo. Algunos de los trends puramente yanquis son: los pantalones denim, inventados años atrás por Levi Strauss; los colores pastel; la moda surfer y más relajada; y, las telas rayadas. A estos elementos, Hilfiger le agrega toques de otras culturas, como se vio en su última colección en la Semana de la Moda de Nueva York –septiembre-, estampados escoceses, madrás de la India y seda China, todos combinados de manera elegante pero informal.
Hilfiger siempre marcó un estilo personal utilizando los colores de la bandera de su país como módulos de sus colecciones; y pareciera que esto no va a cambiar pronto. Aunque existe una corriente anti-yanqui en el mundo, las ventas de este precursor siguen firmes en su país y en el extranjero. “Me gusta el rock. El look de ciertos músicos es mi gran fuente de inspiración. Adoro la náutica y es una gran influencia sobre mis colecciones. También los colores de la bandera estadounidense”, dijo recientemente en la New York Fashion Week.
El diseñador empezó en 1969 con 150 dólares y 20 pares de jeans. Poco después, abrió un local en Nueva York conocido como People´s Place. Hilfiger en todos sus diseños intenta combinar diseños y trazos clásicos y limpios con las últimas tendencias en moda internacional. Sus reconocimientos incluyen ser nombrado el Diseñador del Año por medios como GQ Magazine, VH1 y el CFDA Menswear Desginer.
Las ventas de la compañía han bajado en el último año, y es por eso que el ícono americano ha decidido “volver a las bases, pero con un twist”. Ésta pareciera ser la norma en el mundo de la moda y el diseño. La moda vintage y los diseños de los años ‘60, ‘70 y ‘80 son el último grito, siempre que sean combinados con elementos modernos.