Fueron diez años. De mucho trabajo, de mucha cabeza, de mucha creatividad y de muchos reconocimientos. Relanzamos la marca después de la gran crisis de 2001. Y desde ese momento vivimos un período de crecimiento constante. Hicimos un aviso que comunicaba haber llegado al millón de clientes. Y hoy son 20 millones. Una campaña nuestra, en la que los De la Guarda volaban por todas partes, fue premiada como la mejor del planeta en un Congreso Mundial de GSM. Creamos el diccionario de chat, que hizo enojar a más de un purista del idioma. Hicimos que millones de personas cantaran “foto foto foto...” cada vez que alguien sacaba una camarita. También hicimos cantar “De música ligera”, esta vez a unas cuantas bandas barriales que homenajeaban a Soda Stereo cuando se produjo su impactante regreso. Convertimos a un mensajeador compulsivo en campeón mundial de la pulseada china. Llevamos a un chico que hablaba portuñol a picos de recordación. Varios de nuestros comerciales para el día del padre y de la madre ya son clásicos de la publicidad argentina: “Deseos”, “Planta”, “Lluvia”, “Panzas”, “Arroba”, “Ventrílocuos” y hasta los más nuevitos “Jefe” y “Maduras”. Hicimos nevar papelitos durante el mundial de Alemania. En realidad era República Checa, licencia publicitaria que le dicen. Creamos a un personaje como Yoel Arcoiris. Mostramos a Valeria Mazza y Julio Bocca perdidos pero comunicados. Hicimos la gigantesca campaña de la nueva imagen institucional de la marca. Fueron ocho comerciales de TV y cientos de piezas para todos los sistemas de medios, incluyendo una impactante proyección sobre el edificio de Telecom. Manejamos su website durante años, además de haber hecho toda clase de micrositios y acciones en redes sociales. Creamos el primer cortometraje cuyo guión se escribió colaborativamente en twitter, filmado íntegramente con las cámaras HD de teléfonos móviles. Le hicimos más llevadera la espera a toda la gente que fue a los novedosos baños rítmicos del Personal Fest. Produjimos un comercial con todas las estrellas del pasado y presente de Los Pumas. Y otro con los chicos que juegan al rugby en los pequeños clubes de todo el país. Casamos a una pareja durante el rally de Córdoba. Fuimos, tal vez, la única dupla argentina de anunciante y agencia en hacer un comercial con una canción de Los Beatles y otro con un tema de los Rolling Stones (¡hasta el mismísimo Mick Jagger felicitó!). Ayudamos a Personal a ser la que más había evolucionado en valores de marca. Hasta convertirla en la segunda de la Argentina, sólo detrás de YPF. Conocimos a mucha gente, de quienes nos convertimos en sus compañeros de gestión y hasta en sus confidentes. Guillermo Rivabén, Martín Vaca Narvaja, Mariana Martin, Ignacio Nores, Machi Dupont, Benito Nazar Anchorena y Silvana Cataldo, por mencionar solo a algunos. Hoy somos, gracias a Personal, la agencia que más sabe de mobile en América Latina. A lo largo de los años compartimos la cuenta con los buenos colegas de BBDO, de CraveroLanis y de Santo. Ganamos premios de todos los colores y en todas partes. Los últimos, oro y plata en los Effie Awards. ¿En qué categoría? Obviamente ambos en “Éxito sostenido”. Pero todo, o casi todo, tiene un fin. Y en nuestra relación con Personal ese momento llegó ahora. Nos quedamos con lo bueno, que es mucho y que es muy bueno.