La flamante campaña de Publicis Buenos Aires para Purina se compone de tres comerciales donde el hilo conductor es el concepto de que ‘El amor no tiene fronteras’.
Para realizar la iniciativa se buscaron niños y perros que viven juntos, pero que proceden de países diferentes. De esta manera, se puede ver a un niño chino que tiene como mascota a un mastin tibetano, un chico cubano tiene un american sttaford shire como amigo y un chico israelí, cuyo fiel compañero es un saluki árabe.
El objetivo es demostrar que si bien sus países de origen arrastran conflictos y diferencias, perros y niños conviven en paz y armonía.