A un año y medio de su salida de Saatchi & Saatchi, un período de transición que caracterizó como “rico, lindo y necesario”, Pablo del Campo conversó con Adlatina sobre su nuevo libro El drama de la página en blanco, sus proyectos, y su visión de la creatividad publicitaria.
Uno de los publicitarios argentinos más premiados, Del Campo comenzó su carrera en 1989 en Casares Grey. En 1996 ingresó a Lautrec Saatchi & Saatchi y cuatro años más tarde fundó en Buenos Aires su propia agencia, Del Campo Saatchi & Saatchi, que en 2012 abrió una oficina en España. Fue también director creativo regional de la red en Latinoamérica y miembro del board creativo mundial, y en 2014 pasó a ser director creativo global, al frente de 140 oficinas de la agencia en 76 países. En abril de 2016, en medio de una reestructuración a nivel mundial del grupo Publicis, dejó su cargo.
A lo largo de su carrera, creó “ideas bigger than ads” para marcas como Pampers, Ariel, Coca-Cola, Beldent, Cadbury, Toyota, Inbev, el Zoo de Buenos Aires, BGH, y Andes.
Esta semana, se anunció un acuerdo entre Del Campo y la Universidad de Palermo para editar, con el apoyo de la AAP, una versión para estudiantes y jóvenes profesionales del libro que el creativo publicó recientemente: El drama de la página en blanco. Según explicó, esta publicación y el desarrollo de varios workshops relacionados fueron algunas de sus actividades principales durante este tiempo. En los próximos meses participará de actividades para estudiantes y jóvenes profesionales en el festival El Dorado y en Perú.
En diálogo con Adlatina, Del Campo resumió: “Es un repaso por las campañas que hice con mis equipos durante los últimos 20 años, recorriendo estímulos creativos a los que se puede recurrir cuando las ideas no aparecen fácilmente”.
Para este proyecto, contó con el apoyo de Bob Isherwood, director creativo global de Saatchi entre 1996 y 2008 y autor del prólogo del libro, y Kevin Roberts, CEO global de la red durante toda su gestión.
La pregunta de la que parte el libro es si la creatividad es realmente un don innato o si todos podemos ser Walt Disney, David Droga o Picasso. “Quizás sí haya algo, más allá de la técnica”, dice Del Campo, aunque siempre se puede trabajar para propiciarla.
“La creatividad surge del cruce de nuestras experiencias personales, conocimientos, la capacidad de trabajar con otros, de mantener la mirada infantil, y de las motivaciones, que son un tremendo estímulo –sostuvo Del Campo–. Todo eso cruzado con el azar de la inspiración, aunque ésta también tiene que ver con el autoconocimiento: saber cuál es nuestro mejor horario para trabajar, la importancia del descanso, la salud física y mental, y demás”.
Por otro lado, afirmó que la creatividad publicitaria no es muy diferente a la de otras expresiones artísticas ni a la que aplicamos en nuestra vida cotidiana. “Tal vez la diferencia es tener que comunicarse con alguien. Nosotros necesitamos que lo que hacemos les guste a los demás, los movilice y los motive”, continuó. Ese objetivo, como todos los límites, ayuda a organizarse.
Otra de las actividades en las que se concentró Del Campo luego de dejar Saatchi es el entretenimiento (si bien subrayó que la publicidad, cuando es buena, también es entretenimiento). Encabeza la producción de la obra de teatro Casi normales, que en septiembre se estrenará en España y en enero comenzará su séptima temporada en Buenos Aires. “Tal vez Casi normales haya sido una de las mejores campañas que hice”, dijo.
Para finalizar, Del Campo compartió algunas apreciaciones sobre el momento de reinvención que experimenta la industria publicitaria. “Hay algo que gracias a Dios no se está cuestionando que son las ideas. Las marcas las necesitan, y los consumidores están abiertos a que los seduzcan, les hablen. Eso ocurre siempre”, afirmó. Sin embargo, es importante entender las nuevas dinámicas y el recorrido del consumidor.
“Lo más lindo es que es un espacio donde todo vale y todo puede convivir. Lo difícil es que no hay un manual, y esa falta de límites a veces es muy angustiante”, explicó. En ese contexto, es difícil para una agencia decidir cómo comunicarse con los consumidores y qué ofrecerle a los clientes.