Cuestiones políticas de alcance global, personas maduras enamoradas, fábulas de ribetes fantásticos y la presencia dominante de los hermanos Weinstein caracterizaron el 31° Festival de Cine de Toronto, que ofreció entre esperados estrenos que llegarán a las carteleras del mundo en los próximos meses y películas en busca de compradores dentro del más considerable mercado cinematográfico de la temporada.
En esta oportunidad, prevalecieron en la muestra los títulos producidos por “mini-majors”, etiqueta dedicada a films de arte o de medianos presupuestos, pero siempre manejadas por los principales estudios, cuyo interés principal radica en instalar alrededor de ellas los primeros rumores de posibles candidaturas a los próximos premios Oscars.
El perfil político del festival se manifiesta este año con títulos que giran alrededor de los efectos del 11 de septiembre de 2001, los horrores de la vida cotidiana y política en África y especulaciones futuristas (como en Death of a president, mezcla de thriller y documental que gira en torno del asesinato de George W. Bush).
Peter O Toole (Venus), Penélope Cruz (Volver), Brad Pitt (Babel) y Kate Winslet (Little children) aparecieron entre los primeros nombres fuertes mencionados como potenciales candidatos a ser nominados en la carrera por el Oscar 2007.
Avance del cine hispano
El cine hispano, y especialmente el mexicano y el español, siguen creciendo en la escena internacional. Durante el Festival de Cine de Toronto, que tuvo lugar del 3 al 16 de septiembre, la región estuvo muy bien ubicada, con varios films en exposición y premios.
La comedia romántica mexicana Bella, del director Alejandro Gómez Monteverde, fue elegida como la favorita del público. Este film relata la historia de un cocinero mexicano, interpretado por Eduardo Verastegui, y una camarera estadounidense, a la que da vida Tammy Blanchard, a lo largo de una tarde en Nueva York. Al aceptar el premio, Gómez Monteverde afirmó: “Este festival ha sido tan especial... Tratan por igual a los grandes y a los pequeños. Es fantástico sentirse especial desde el primer día hasta el último. Gracias, Festival de Toronto, por permitir que vengan aquí directores de cine como yo, que vienen de la nada.”
Este festival es considerado la antesala de los premios Oscar. De hecho, la película ganadora del premio del público del año pasado, Tsotsi, de Sudáfrica, se hizo con el Oscar a la mejor cinta en lengua extranjera el año pasado.
Por otra parte, tanto el público como los críticos han reservado sus mejores acogidas no sólo a Bella, sino también a películas como Volver, del español Pedro Almodóvar; “Babel”, del mexicano Alejandro González Iñarritu, o Pan’s labyrinth, del también mexicano Guillermo del Toro. En el caso de la película española, los críticos reunidos en Toronto son unánimes a la hora de apostar por esta historia de muerte y maternidad como candidata a las estatuillas, no sólo para la mejor película extranjera, sino para Almodóvar como director y Penélope Cruz como mejor actriz.
Para el crítico Clint O’Connor, del periódico The Plain Dealer, de Cleveland, Babel es otra de las grandes ganadoras del festival y “una experiencia bella, conmovedora, artística”, que, filmada en japonés, árabe, español e inglés, cuenta con actores de la talla de Bradd Pitt y Gael García Bernal.
Y la revista Hollywood Reporter se deshace en elogios para el cuento de fantasía y horror que es Pan’s labyrinth.
Cine argentino en Toronto
El cine argentino estuvo muy bien representado en el Festival Internacional de Cine de Toronto, con el estreno mundial de Nacido y criado, el último film de Pablo Trapero, y otras películas de Lisandro Alonso, Adrián Caetano, Juan Pablo Buscarini y Alexis dos Santos.
La nueva película del director de Mundo grúa, El bonaerense y Familia rodante está protagonizada por Guillermo Pfening y Martina Gusman, y narra la historia de un joven que lucha contra los fantasmas de su pasado patagónico.
Al cuarto largo de Trapero se suma Fantasma, la última producción de Lisandro Alonso (La libertad, Los muertos), que había sido estrenada en mayo pasado en la “Quincena de los Realizadores” del Festival de Cannes. También se vieron Crónica de una fuga, de Adrián Caetano, que había competido en la sección oficial del Festival de Cannes; Glue, de Alexis Dos Santos, ganador de la competencia argentina del último Bafici, y la película de animación El ratón Pérez, de Juan Pablo Buscarini. Asimismo fue exhibida en Toronto la película Hamaca paraguaya, de la directora paraguaya Paz Encina, que fue producida por la argentina Lita Stantic.
Los films premiados
La criticada Muerte de un presidente, un falso documental sobre el asesinato en 2007 del presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, alcanzó el premio de la crítica, mientras que el premio Diesel Discovery, votado por los cientos de periodistas acreditados, fue a parar a la noruega Reprise, de Joachim Trier. Por su parte, la coproducción turco-alemana Takva: A man’s fear of God obtuvo el premio a la innovación cultural, mientras que Sur la trace D’Igor Rizzi y Manufactured landscapes, así como el corto Les jours, recibieron los galardones correspondientes a las películas canadienses.
Un ganador sorpresa fue Borat, un film que relata las cómicas aventuras de un periodista kazajo, antisemita y deslenguado, creado por el británico Sacha Baron Cohen.
Otros filmes que han concitado elogios en este festival han sido Little children, de Todd Field, o Stranger than fiction, de Marc Foster, en la que el inspector de hacienda que interpreta Will Ferrell descubre que sólo es el personaje de una novela y su autora -a la que da voz Emma Thompson- planea eliminarlo.
En cambio, algunas de las películas que más expectativa habían creado y no lograron mayores resonancias fueron: la esperada All the king’s men, de Steven Zaillian, una remake de la ganadora del Oscar a la mejor película en 1949, protagonizada ahora por Sean Penn, Jude Law y Kate Winslet. Y la ganadora de
En cuanto a