El domingo pasado la televisión colombiana cumplió 50 años de vida. El encargado de llevar este medio al país fue el mayor del ejército Gustavo Rojas, quien en 1936 viajó a la Alemania Nazi y no quedó impresionado por el impresionante arsenal bélico alemán, sino por el nuevo medio de comunicación: la televisión. Desde entonces, hizo todo lo posible para que llegara a Colombia. El 13 de junio de 1954 finalmente se hizo la primera transmisión de TV.
Con un especial de 16 horas, que se inició a las 10 de la mañana y terminó a las 12 pm, Señal Colombia celebró sus 50 años. Entrevistas con actores, presentaciones de orquestas y grupos musicales, concursos para el público asistente en el estudio y para los televidentes que siguieron el especial. Todos se dieron cita en los estudios de Inravision.
“La llegada de la televisión a Colombia aseguró que los colombianos se enteraran de los grandes acontecimientos mundiales”, dijo Gilberto Ramírez, presidente de Inravision, durante la fiesta conmemorativa. Y agregó que para él, la historia de la televisión colombiana se divide en dos etapas: la primera, que es la llegada del color, y la segunda, la apertura de los canales privados y la aparición de la CNTV (Comisión Nacional de Televisión).
Sus inicios
La televisión llegó a Colombia el 13 de junio de 1954, por medio de los esfuerzos del gobierno de facto del general Gustavo Rojas Pinilla, quien quiso conmemorar con este “moderno invento” el primer año de su golpe de Estado. Colombia, así, se convirtió en el sexto país latinoamericano en contar con esta nueva tecnología –después de Cuba, México, Venezuela, Brasil y la Argentina–, que en breve sería la nueva alternativa de diversión e información de la población del país.
Rojas Pinilla encargó al entonces director de la Radio Nacional, Fernando Gómez Agudelo –tenía sólo 22 años en ese entonces–, que montara la televisión con el nombre de “Televisora Nacional”. En la actualidad se llama Inravision.
La primera transmisión fue un discurso del general colombiano desde el palacio presidencial, que dio paso a la presentación de la obra de teatro “El niño del pantano”y a una presentación folclórica.
Los primeros años la franja horaria fue de las 5 de la tarde a las 11 de la noche, con la exhibición de películas importadas y programas nacionales, y publicidad en vivo, con el riesgo de equivocaciones (frecuentes en los primeros años de la publicidad televisiva).
En ese entonces, pocos colombianos podían acceder a esta nueva tecnología, y los primeros aparatos en blanco y negro eran Philips, Philco y Siemens.
Los primeros 40 años de su existencia existió un estricto monopolio estatal que adjudicaba los espacios televisivos por tres años. Medio siglo después, la TV colombiana, que en las primeras décadas no fue una de las más desarrolladas tecnológicamente ni pudo exportar programas como sus países vecinos, es una de las mayores vendedoras de telenovelas. Algunos de sus últimos éxitos fueron “Betty, la fea” y “Café con aroma de mujer”.
Desde 1998 funcionan los canales privados Caracol y RCN. Ante esta invasión de lo privado sucumbieron varios géneros colombianos, como programas de opinión en horarios decentes, comedias, concursos de conocimientos, musicales nacionales y alguna programación infantil digna, entre otras. Sólo se salvaron las telenovelas, que son iguales a siempre, excepto por la invasión de productos comerciales estratégicamente emplazados en las escenas. Lo mismo está pasando con los noticieros, que están llenos de información comercial disfrazada de noticia.
Hasta 1998 no podían haber PNTs en los programas de televisión colombianos y quien no cumplía con estas normas era duramente sancionado bajo la figura de “publi-reportaje”, ya que existía en la televisión colombiana un claro corte entre publicidad y contenidos de televisión. Hoy en día esto ya no es así, al igual que pasa en el resto del mundo.
Los primeros spots televisivos
En los 50, en Colombia y el resto del mundo, las publicidades televisivas eran en vivo, con una gran exposición de la marca, y la credibilidad del producto siempre estaba asociado a modelos o actrices. Algunos nombres memorables son Judy Henríquez (que trabajó con el talco Menem o los productos para el cabello Roux), el animador Alvaro Monroy Guzmán (y su famosa metida de pata con las pinturas Lumitón), María Eugenia Dávila y Camilo Medina.
Desde el nacimiento de la televisión en Colombia hubo un interés por la TV comercial. Sin embargo, esta nació en 1955, cuando el gobierno nacional delegó en la empresa TVC la explotación de algunos espacios en la programación del canal nacional.
En diciembre de ese año, los cuadros de programación indicaban que la mayoría de los espacios comerciales habían sido vendidos a empresas, para programas como “Los postres Royal preguntan”, “Revista musical Sedeco”, “Toros de actualidad–Icollantas”, “Telepáticos–Chiclets Adams”, “Programa Pielroja” (revista musical), “Programa de la Esso Colombiana” (revista), “Máquinas de Coser Singer” (revista musical) y “Gánele al reloj con Philips” (concurso).
La experiencia de TVC se prolongó hasta 1956 y sirvió de base para una modalidad de TV comercial que se extendería durante diez años: el arriendo directo de espacios a la televisora nacional por parte de agencias de publicidad para producir programas para algunos de sus clientes.
Junto a este estilo de publicidad disfrazada, nació otro estilo que consistía en un grupo de empresarios que le arrendaba a la Televisora Nacional determinados espacios, producía sus programas y luego los financiaba, por medio de anuncios publicitarios.
Algunas cifras de la publicidad en televisión
• La revista Semana publicó, el 13 de enero de 1959, lo que fue considerado como un “notable incremento de la facturación por concepto de propaganda comercial”. Pasó de 1.153.319 pesos en 1957 a casi dos millones en 1958.
• En 1992 se codificaron aproximadamente 2.293 comerciales para televisión de acuerdo con el listado que mensualmente suministra Inravisión. Las primeras marcas de productos que más aparecían con publicidad en la pantalla chica fueron: Coca-Cola (80), Colombina (45), Kellogg’s (40), Pepsi-Cola (37) y Postobón (30).
• Entre enero y agosto de 1992 se incrementó la inversión publicitaria en Colombia de manera considerable. Según datos de Nielsen, sobrepasó los 185 mil millones de pesos, lo cual implicó un 68 por ciento más que lo obtenido durante el mismo período en 1991.
• De acuerdo con información suministrada por Ibope, en 2003 el monto total de la inversión publicitaria en televisión en Colombia fue de 1,6 billones de pesos aproximadamente (598 millones de dólares).
Con un especial de 16 horas, que se inició a las 10 de la mañana y terminó a las 12 pm, Señal Colombia celebró sus 50 años. Entrevistas con actores, presentaciones de orquestas y grupos musicales, concursos para el público asistente en el estudio y para los televidentes que siguieron el especial. Todos se dieron cita en los estudios de Inravision.
“La llegada de la televisión a Colombia aseguró que los colombianos se enteraran de los grandes acontecimientos mundiales”, dijo Gilberto Ramírez, presidente de Inravision, durante la fiesta conmemorativa. Y agregó que para él, la historia de la televisión colombiana se divide en dos etapas: la primera, que es la llegada del color, y la segunda, la apertura de los canales privados y la aparición de la CNTV (Comisión Nacional de Televisión).
Sus inicios
La televisión llegó a Colombia el 13 de junio de 1954, por medio de los esfuerzos del gobierno de facto del general Gustavo Rojas Pinilla, quien quiso conmemorar con este “moderno invento” el primer año de su golpe de Estado. Colombia, así, se convirtió en el sexto país latinoamericano en contar con esta nueva tecnología –después de Cuba, México, Venezuela, Brasil y la Argentina–, que en breve sería la nueva alternativa de diversión e información de la población del país.
Rojas Pinilla encargó al entonces director de la Radio Nacional, Fernando Gómez Agudelo –tenía sólo 22 años en ese entonces–, que montara la televisión con el nombre de “Televisora Nacional”. En la actualidad se llama Inravision.
La primera transmisión fue un discurso del general colombiano desde el palacio presidencial, que dio paso a la presentación de la obra de teatro “El niño del pantano”y a una presentación folclórica.
Los primeros años la franja horaria fue de las 5 de la tarde a las 11 de la noche, con la exhibición de películas importadas y programas nacionales, y publicidad en vivo, con el riesgo de equivocaciones (frecuentes en los primeros años de la publicidad televisiva).
En ese entonces, pocos colombianos podían acceder a esta nueva tecnología, y los primeros aparatos en blanco y negro eran Philips, Philco y Siemens.
Los primeros 40 años de su existencia existió un estricto monopolio estatal que adjudicaba los espacios televisivos por tres años. Medio siglo después, la TV colombiana, que en las primeras décadas no fue una de las más desarrolladas tecnológicamente ni pudo exportar programas como sus países vecinos, es una de las mayores vendedoras de telenovelas. Algunos de sus últimos éxitos fueron “Betty, la fea” y “Café con aroma de mujer”.
Desde 1998 funcionan los canales privados Caracol y RCN. Ante esta invasión de lo privado sucumbieron varios géneros colombianos, como programas de opinión en horarios decentes, comedias, concursos de conocimientos, musicales nacionales y alguna programación infantil digna, entre otras. Sólo se salvaron las telenovelas, que son iguales a siempre, excepto por la invasión de productos comerciales estratégicamente emplazados en las escenas. Lo mismo está pasando con los noticieros, que están llenos de información comercial disfrazada de noticia.
Hasta 1998 no podían haber PNTs en los programas de televisión colombianos y quien no cumplía con estas normas era duramente sancionado bajo la figura de “publi-reportaje”, ya que existía en la televisión colombiana un claro corte entre publicidad y contenidos de televisión. Hoy en día esto ya no es así, al igual que pasa en el resto del mundo.
Los primeros spots televisivos
En los 50, en Colombia y el resto del mundo, las publicidades televisivas eran en vivo, con una gran exposición de la marca, y la credibilidad del producto siempre estaba asociado a modelos o actrices. Algunos nombres memorables son Judy Henríquez (que trabajó con el talco Menem o los productos para el cabello Roux), el animador Alvaro Monroy Guzmán (y su famosa metida de pata con las pinturas Lumitón), María Eugenia Dávila y Camilo Medina.
Desde el nacimiento de la televisión en Colombia hubo un interés por la TV comercial. Sin embargo, esta nació en 1955, cuando el gobierno nacional delegó en la empresa TVC la explotación de algunos espacios en la programación del canal nacional.
En diciembre de ese año, los cuadros de programación indicaban que la mayoría de los espacios comerciales habían sido vendidos a empresas, para programas como “Los postres Royal preguntan”, “Revista musical Sedeco”, “Toros de actualidad–Icollantas”, “Telepáticos–Chiclets Adams”, “Programa Pielroja” (revista musical), “Programa de la Esso Colombiana” (revista), “Máquinas de Coser Singer” (revista musical) y “Gánele al reloj con Philips” (concurso).
La experiencia de TVC se prolongó hasta 1956 y sirvió de base para una modalidad de TV comercial que se extendería durante diez años: el arriendo directo de espacios a la televisora nacional por parte de agencias de publicidad para producir programas para algunos de sus clientes.
Junto a este estilo de publicidad disfrazada, nació otro estilo que consistía en un grupo de empresarios que le arrendaba a la Televisora Nacional determinados espacios, producía sus programas y luego los financiaba, por medio de anuncios publicitarios.
Algunas cifras de la publicidad en televisión
• La revista Semana publicó, el 13 de enero de 1959, lo que fue considerado como un “notable incremento de la facturación por concepto de propaganda comercial”. Pasó de 1.153.319 pesos en 1957 a casi dos millones en 1958.
• En 1992 se codificaron aproximadamente 2.293 comerciales para televisión de acuerdo con el listado que mensualmente suministra Inravisión. Las primeras marcas de productos que más aparecían con publicidad en la pantalla chica fueron: Coca-Cola (80), Colombina (45), Kellogg’s (40), Pepsi-Cola (37) y Postobón (30).
• Entre enero y agosto de 1992 se incrementó la inversión publicitaria en Colombia de manera considerable. Según datos de Nielsen, sobrepasó los 185 mil millones de pesos, lo cual implicó un 68 por ciento más que lo obtenido durante el mismo período en 1991.
• De acuerdo con información suministrada por Ibope, en 2003 el monto total de la inversión publicitaria en televisión en Colombia fue de 1,6 billones de pesos aproximadamente (598 millones de dólares).