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DESPUÉS DEL COLAPSO, Y DE UNA BREVE PUJA ENTRE DOS EMPRESAS DE BEIJING

La MG Rover, símbolo de la industria automotriz británica, pasó a manos de una firma china

El sonado cierre de la Rover, que representaba ya un problema político para Tony Blair con vistas a su reelección, terminó con la compra de la automotriz y su fábrica de motores por parte de Nanjing, que superó a la oferta de otra firma china que era mejor vista por los sindicatos británicos. Se habla de 50 millones de libras, pero no hay cifras oficiales. Algunos rumores dicen que los nuevos dueñ

La MG Rover, símbolo de la industria automotriz británica, pasó a manos de una firma china
Tony Lomas: “Nanjing tomará control de los bienes de la compañía y trazará planes para el futuro”.

MG Rover, la legendaria empresa fabricante de los Land Rover, Jaguar y Mini, y sinónimo de la industria automotriz británica con sus 100 años de trayectoria, es, desde la semana pasada, una firma china.

Colapsada en lo económico, Rover fue adquirida por la compañía Nanjing, lo que, por otro lado, abre una luz de esperanza para que renazca una limitada producción de unidades para el último fabricante de automóviles en escala que tuvo Gran Bretaña.

El administrador conjunto Tony Lomas dijo que Nanjing tomará control de los bienes de la compañía y trazará planes para el futuro, pero no abundó en detalles.

 

Desencanto gremial

Los sindicatos ingleses mostraron un claro desencanto al ver que la oferta de la Shangai Automotive Industry Corporation (SAIC) –otra firma china de mayor tamaño que Nanjing– había sido desechada, ya pensaban que con ella se hubiesen salvado más puestos de trabajo en la empresa quebrada.

Las tratativas tardaron tres meses hasta llegar a un paquete de rescate. PricewaterhouseCoopers tuvo a su cargo las conversaciones con Nanjing, SAIC y el hombre de negocios británico David James, para la venta de todo o parte de MG Rover.

Los sindicatos apoyaron a SAIC por considerar que era la mejor apuesta a recuperar puestos de trabajo en la fábrica de Birmingham.

Nanjing Automobile es el fabricante chino de autos más antiguo: Fue fundado en la provincia de Jiangsu en 1947. Se trata de una empresa estatal que cuenta con unos 16 mil empleados, y es mucho menor que SAIC, que produjo 600 mil vehículos por a lo largo de 2004.

El acuerdo contempla  que pasan a Nanjing tanto la Rover como su fábrica de motores Powertrain. Nadie mencionó cifras seguras del acuerdo, pero informes anteriores hablaban de unos 50 millones de libras, equivalentes a 85 millones de dólares.

Según Lomas, SAIC se proponía inicialmente adquirir sólo la fábrica de motores, pero en los ultimos días habría mostrado interés por ambas partes del negocio. “No obstante, el nivel y condicionalidad de la oferta de SAIC dejó a la propuesta de Nanjing como la más ventajosa para la operación”, completó el administrador.

 

Problema político

De todas maneras, cualquier acuerdo habría sido bienvenido por los 6.100 empleados que tenía la Rover antes del cierre, y lo mismo por el gobierno británico, para el que el colapso de esa famosa marca industrial representó un verdadero rompecabezas.

Los administradores habían dejado cesantes a más del 80 por ciento de la plantilla de trabajadores, entre fuertes protestas sindicales, y todo eso ponía en riesgo la buscada reelección del primer ministro Tony Blair.

Uno de los líderes sindicales dijo que “habiendo visto tanto la oferta de SAIC como la de Nanjing, no nos quedan dudas de que a primera vista la primera parecía más capaz de reconstruir puestos de trabajo para Gran Bretaña. Es lamentable que los administradores no hayan podido solucionar los problemas de SAIC para completar su oferta”.

Según los cálculos actuales, podrían crearse ahora 2 mil puestos, que se sumarían a los 2 mil que permanecen trabajando en Rover, pero algunos informes señalan que la firma compradora podría simplemente “levantar todo y trasladar la fabrica a China”, sin que las autoridades británicas tuvieran mayores posibilidades de oponerse.

Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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