Clientes de marketing de Publicis y Omnicom han sido lentos en reaccionar a las noticias sobre el merger entre las dos compañías de holdings. Muchos parecen estar tomando una actitud de esperar y ver.
Pero otros, incluyendo lectores de Ad Age, no fueron tan tardíos en responder. Y muchos fueron escépticos ante la noción de que el acuerdo tenía algo que ver con la big data y la competencia contra los similares a Facebook y Google.
Dijo el lector de Ad Age Patrick Di Chiro: “El principal racional dado por el merger –la necesidad de competir con los gigantes tecnológicos y de medios Google y Facebook- es una completa falsedad”.
El CEO de Simulmedia Dave Morgan dijo algo muy similar a Peter Kafka, de AllThingsD: “Yo pienso que es una desviación total pensar que uno puede apalancar la escala y las ventajas de la big data si se es más grande. Todo lo contrario. Estas no son compañías tecnológicas, y usted no consigue el desarrollo tecnológico haciendo una consolidación. No se va a crear la próxima MediaMath, o Videology, o Facebook, o Google a partir de esto”.
En términos del tamaño masivo que entrega más poder de compra sobre los vendedores de publicidad como Google, Morgan señaló: “La mayoría de sus medios están basados en las subastas. El hecho de que usted compre más no le permite obtener un mejor precio”.
Pero ese tamaño masivo es el terreno para que los agentes federales ingresen al paisaje, escribió Steven Pearlstein, del Washington Post:
“Nosotros tenemos ahora suficiente experiencia como para saber que la excesiva concentración en el mundo publicitario no ha beneficiado a los consumidores o a la economía. Con relación al precio de otras cosas, los fees han subido, la creatividad ha ido hacia abajo y la competencia de los nuevos shops ‘hots’ sólo dura hasta que son comprados por uno de los grupos gigantes. Una industria empresarial que alguna vez prosperó en la ingenuidad y originalidad, se ha convertido ahora en cada vez más corporativa, burocrática y focalizada en las ganancias trimestrales. Omnicom/Publicis sólo empeoraría todo eso”.
Muchos lectores de Ad Age, no obstante, sostuvieron que el merger no tiene nada que ver con el servicio a los consumidores o clientes. Fue hecho para los tenedores de acciones, aseguran. “Este merger histórico será más celebrado por Wall Street que por las comunidades de clientes y empleados, me parece”, escribió Marcio Moreira.
De hecho, un lector, “R.F”, de Londres, señaló que “los hábiles inversores abrazarán este merger bien planeado”.
A lo que Joseph Scarpati replicó: “Es grandioso ver que los accionistas se entusiasman con los mejores intereses de un cliente”.
Hubo muchas opiniones sobre el tema de los clientes que, preocupados por los conflictos, hacen las maletas y se van hacia otras compañías de holding o agencias independientes.
“Las acciones de los clientes van a hablar más fuerte que las palabras”, escribió Michael McDonald. “Cuando el management se haya tomado el tiempo de mirar a todas las implicancias de este asalto sobre una de las piedras basales de las relaciones cliente-agencia -por ejemplo, la lealtad- lo que sobrevendrá será sísmico. Será un bing bang frenético”.
Dicho eso, los clientes que han comentado hasta ahora la situación no parecen estar preocupados por los potenciales conflictos. “Vamos a trabajar con la nueva entidad, pero no anticipamos ningunas cuestiones”, dijo un vocero de General Motors a Ad Age.
Leo Burnett, de Publicis, trabaja para Chevy, aunque otros shops de Publicis lo hacen para Toyota y Lexus. “Omnicom y Publicis han estado manejando los conflictos dentro de sus propias cadenas todo el tiempo, y han sido muy exitosos en eso”, dijo Ian Beavis, vicepresidente ejecutivo del grupo automotriz global de Nielsen Co., y ex ejecutivo de marketing de Kia Motor America y Mitsubishi Motors North America.
Por supuesto, ninguna gran historia noticiosa en la historia de estos días puede hacerse sin una parodia de una cuenta de Twitter. No pasó mucho tiempo para que @PublicisOmnicom empezara a rodar. Los tuits fueron desde “Vengan aquí, IPG. Hay lugar para un tercero”, hasta “¿Conflicto de clientes? Miren. Nosotros manejamos a los locos Saatchis”.
El lector de Ad Age Ken Stumder escribió: “Pregúntenles a los tipos de DaimlerChrysler sobre cómo les funcionó su ‘merger entre iguales’”
Pero tal vez The Onion tuvo la última palabra el lunes, con un artículo titulado "Merger Of Advertising Giants Brings Together Largest Collection Of People With No Discernible Skills", la fusión de gigantes de la publicidad junta la mayor colección de gente sin habilidades perceptibles.