Hace apenas un par de semanas se anunció la designación de John O’Keeffe como director creativo global de WPP, y también que reportará directamente a Martin Sorrell. Antes de ser nombrado, O’Keeffe era el executive creative director en Bartle Bogle Hegarty Londres.
Alguien podrá señalar que no es la primera vez que WPP tiene un directivo con esas funciones. Esto es y no es cierto. Porque si bien Neil French ocupó formalmente y durante algún tiempo ese cargo, no ejerció realmente la función. Hay que recordar que era un ejecutivo part time, y que venía de una larga y agotadora trayectoria.
O’Keeffe es un hombre joven, de reconocido talento, y que hizo toda su carrera -18 años- en una de las agencias más hot del mercado más hot como lo es el londinense.
Otro dato: desde hace unos pocos años, WPP tiene ya como parte de su plana mayor a Jon Steel, una estrella fulgurante en el firmamento del planning.
Por otra parte, este 2008 Sorrell formalizó el nacimiento de la criatura que gestó con la gigante informática Dell, que fue bautizada Enfatico. “Somos crreatividad con visión, estrategia con corazón, análisis con superpoderes. Somos una colección de talentos salvajemente diversos reinventando el modelo cliente-agencia en un entorno de cero herencia. En la búsqueda de lo más rápido y mejor, todavía no hemos encontrado una convención que no disfrutáramos demoliendo. Una agencia de 1.000 millones de dólares basada en un 99 por ciento de idea”, dice su proclama de principios.
Por cierto, Enfático no forma parte de ninguna de las redes WPP.
Sir Martin no hace nada porque sí
A esta altura, habrá quienes se pregunten a qué viene todo esto. Para empezar, no deja de ser llamativo que un holding tenga un director creativo y uno de planning, ambos globales, que reportan directamente al CEO. Y que a la vez forme una unidad como Enfático, en tándem con un gran cliente.
Sorrell es fundamentalmente un animal de negocios. En esa mezcla de olfato y obsesión, su mirada siempre apunta al horizonte. Y como es público y notorio, la cuestión que se viene meneando cada vez más tiene que ver con el modelo de negocios, con cómo será la agencia del futuro. Mientras las redes de agencias de publicidad colisionan con las de medios, las líneas divisorias de BTL y ATL parecen obsoletas, la digitalidad amenaza con romper varios moldes, el inefable caballero de la corona británica desliza en la carta de presentación de los resultados financieros del holding en 2007 que “WPP mismo puede funcionar como el equivalente, en el siglo 21, a la agencia de servicios completos. Para algunos clientes, predominantemente aquéllos con una vasta distribución geográfica y una necesidad de servicios de marketing que incluyan desde publicidad, diseño y construcción de websites hasta investigación y comunicaciones internas, WPP puede actuar como un portal para proveer un único punto de contacto y responsabilidad”.
Quizá sea algo sin importancia. Quizá no.