El desarrollo de múltiples plataformas para contenidos audiovisuales y su expansión entre los usuarios produjo una complejización en la recepción y el consumo de este tipo de mensajes y, a su vez, que los públicos pasen más tiempo ante diferente tipo de pantallas. Esta es una de las conclusiones del estudio “4 pantallas: ¿Cómo vemos lo que vemos?”, realizado por Omnicom en colaboración con la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica, Time Ibope e ICCOM.
Ocho horas por día en promedio son las que los chilenos están expuestos a la TV, computadoras, dispositivos móviles y la vía pública, las cuatro pantallas que consideró el trabajo. “Frente a la exposición diaria de las personas ante las diferentes pantallas, se está dando este fenómeno de la Fragvergencia, donde existe al mismo tiempo una convergencia y una fragmentación en el uso de los dispositivos tecnológicos. Esto se da cuando múltiples productos se fusionan, dando origen a un producto que también tiene las ventajas de otros”, explicó Karina Besprosvan, directora de investigación en OmnicomMediaGroup Latinoamérica, y luego agregó: “A través de los teléfonos celulares, computadores y televisores, entre otros, las personas incorporan todos los contenidos, tanto de medios online como offline, complementándose y no suplementándose”.
En cuanto al uso de cada una de estas plataformas, un 83% de los 400 entrevistados planteó que prefiere mirar televisión durante el atardecer y la noche. La computadora también tiene su uso mayoritario durante esta parte del día, mientras que el celular se usa principalmente durante la mañana (72%) y la tarde (66%). Algo similar ocurre con las pantallas en la vía pública, cuyo mayor contacto se produce durante la mañana (62%) y la tarde (76%).
Según los encuestados, mirar televisión se relaciona con el disfrute y el ocio, y junto a conceptos como la familia y el compañerismo. “Cumple un rol de ‘acompañante’ y ‘distractor’”, indica el estudio, que agrega que tiene la ventaja de no demandar un estado de alerta por parte de sus espectadores.
El uso de la computadora, en cambio se asocia con la multifuncionalidad, en tanto que permite relacionarse con otras personas, a obtener la información que se requiere sobre cualquier tema deseado, realizar varias actividades simultáneamente y elegir los contenidos. “Para los jóvenes, especialmente, la relación es más emocional ya que les permite estar conectados con los pares”, apunta el informe.
Por su parte, el celular aún se mantiene principalmente como teléfono y sólo se emplean otras pocas funciones secundarias. Según halló Omnicom, si bien el celular es el dispositivo más imprescindible y de uso más constante, su rol como pantalla audiovisual no forma parte de los hábitos de los entrevistados.
Por último, Besprosvan se refirió al presente y la evolución de estos diferentes dispositivos: “A pesar de que crece con fuerza la intensidad de lo digital, aún se mantiene el hábito de ver televisión en la vida doméstica chilena”. De esta manera, la ejecutiva asegura que la TV seguirá siendo el medio de comunicació masiva por mucho tiempo, como una forma eficiente y rápida de alcanzar a públicos masivos. Sin embargo, advirtió que habrá cada vez mayor segmentación en los mensajes y las audiencias, en tanto que los medios se unirán con contenidos cada vez más específicos.