Hiroshi Yamauchi, el expresidente de Nintendo y nieto de su fundador, tomó el control de la compañía con sede en Kioto en 1949 y la transformó en un emporio que cambió para siempre la industria del videojuego.

Bajo su dirección, Nintendo comenzó su expansión internacional en 1980 cuando lanzó Game & Watch, un juego portátil, y dos años después Family Computer/Nintendo Entertainment System, su primera consola lanzada a nivel mundial.  

Hace apenas cinco años, cuando Nintendo dominaba la industria con el lanzamiento de la Wii, Yamauchi apareció en la revista Forbes como el hombre más rico de Japón, aunque la fortuna de la firma no es ya la misma desde que los teléfonos inteligentes y las tabletas han desplazado a las consolas como máquinas de juego. Su fortuna neta en aquel momento se estimó en unos 7.800 millones de dólares.

Tras 63 años en el trono de Nintendo murió de neumonía el pasado jueves, a los 85 años. "El señor Yamauchi nos ha enseñado que hay valor en ser diferente", afirmó el actual presidente de Nintendo, Satoru Iwata, en un comunicado. "Vamos a seguir para cambiar con flexibilidad la forma de Nintendo de una era a otra, como ha hecho Yamauchi y Nintendo, como compañía, mantendrá viva su alma", agregó.

De Donkey Kong a Game Cube

Yamauchi nació el 7 de noviembre de 1927 en Kioto. Cuando tenía seis años su padre abandonó a la familia, por lo cual él y se madre fueron a vivir a la casa de sus abuelos. Sekyrio Yamauchi, su abuelo, era presidente de Nintendo, una compañía que vendía barajas de cartas.

En 1945 Yamauchi fue a la Universidad de Waseda, dónde estudió Derecho. Tras la muerte de su abuelo en un accidente automovilístico, tomó las riendas de Nintendo.

El joven no dudó en imponer las condiciones que creyó necesarias para asegurar su autoridad en la compañía. Por ejemplo, se aseguró de ser el único miembro de la familia trabajando en la empresa y despidió a su primo. Posteriormente, planeó una reforma total de la empresa, para lo cual despidió a todos los antiguos jefes y ejecutivos de todos los departamentos para convertirla en una empresa joven y dinámica. 

El primer gran movimiento de Yamauchi San -como se le conocía cariñosamente en Japón- para iniciar la reconversión de la empresa, consistió en transformar un juego de cartas tradicional en un éxito virtual. Se trata de Donkey Kong, un personaje que aún se mantiene vivo en el imaginario colectivo global.

De su mano llegaría, también, una consola imprescindible para entender la historia de los videojuegos. En Japón se conocía con el nombre de Famicon, pero para el resto del mundo fue NES (Nintendo Entertainment System), entre cuyos juegos estuvo el popular Súper Mario Bros.

El éxito siguió con el lanzamiento del Game Boy en 1989 y del Super Nintendo Entertainment System en 1990, así como el N64 en 1996 y el GameCube en 2001.

Tanto la consola Famicom como el dispositivo portátil Game Boy impulsaron a Nintendo a ser la líder de una época marcada por el traslado de los videojuegos de las salas de juegos a los hogares.

Además, la compañía japonesa se expandió en Estados Unidos, en el preciso momento en el que comenzaba a crecer el mercado Arcade. En ese momento, Yamauchi fue el encargado de confiar en Shigeru Miyamoto el desarrollo del posteriormente aclamado Donkey Kong.

La Game Cube fue el último producto de la era Yamauchi. Lamentablemente, la consola fracasó, y terminó sus días siendo la menos vendida de la empresa. 

Yamauchi se retiró en 2002, en plena revolución del juego online, en un tiempo en que Sony y su PlayStation empezaban a reinar en el mundo de los videojuegos.

Pero cuando se creía que la compañía japonesa no volvería a saborear las mieles del éxito lanzó la Wii, un producto que salvaría al imperio creado por Yamauchi de una bancarrota segura.

La consola Wii logró revitalizar a la firma ante los avances de las propuestas de Microsoft y Sony con la Xbox y la PlayStation. Sin embargo, la renovación de estas plataformas en los últimos años dejó rezagada a Nintendo, a pesar de lanzar la sucesora de su consola, la Wii U.

Yamauchi renunció a Nintendo en 2002 y pasó la batuta a Satoru Iwata, bajo cuya presidencia la compañía ha intentado innovar con el lanzamiento del Wii y el Nintendo DS, que ahora compiten con PlayStation de Sony y el Xbox 360 de Microsoft.

Se dice que Yamauchi dirigió la compañía con mano firme, ya que supervisaba todos los productos personalmente y tenía la última palabra para dar el visto bueno o vetar cualquier decisión incluso si ya estaba en proceso.