Publicidad > Argentina | ACADÉMICOS DE HONOR 2024
Redacción Adlatina |
También se destacó el trabajo in memoriam de Jerry Goldenberg, Jorge Schussheim y Luis Suez.
La Biblioteca Nacional Mariano Moreno, específicamente el Auditorio Jorge Luis Borges, recibió a grandes titanes de la publicidad y recordó a aquellos que ya no comparten este plano. La noche de la Academia Argentina de la Publicidad fue conducida por los periodistas Julio Lagos y Juan Gujis, e introdujeron el evento con una definición: “La Academia Argentina de la Publicidad es el espacio donde se reúnen profesionales de las distintas disciplinas que integran la comunicación publicitaria para reflexionar, debatir, pensar y desarrollar acciones que permitan prestigiar la profesión, fortalecer la disciplina y visibilizar su importancia como factor económico”.
Para dar inicio a la velada, el publicista Santiago Olivera dio un discurso de introducción, quien sostuvo que los siete distinguidos “son un faro para quienes nos desempeñamos en esta actividad”, y contó también el propósito de la Academia: “Producir conocimiento, generar debates, en causar discusiones relacionadas a nuestra disciplina”.
Después, tomó el micrófono Carlos Mouzo, presidente del jurado de este reconocimiento y presidente de Mouzo Consulting Marketing Communications: “No ha sido un jurado exento de discrepancias, pero no podemos esperar otra cosa de un grupo de argentinos discutiendo”.
Y sin más, empezaron las distinciones in memoriam, y quienes buscaron sus reconocimientos fueron familiares. En primer lugar se reconoció a Jerry Goldenberg, y el encargado de recibir el premio fue su nieto, Andrés. Luego, a Jorge Schussheim, y fue su esposa Lía quien se subió al escenario para representarlo. Por último, Javier y Mariano Suez hicieron honor a su padre Luis al aceptar su distinción.
Luego se pasó a los Académicos de Honor que estaban presentes en la sala (a excepción de Carlos Bayala), y los reconocimientos fueron hechos por orden alfabético: primero se subió Ramiro Agulla, y como parte de su discurso de agradecimiento recordó cómo empezó su propia agencia con Carlos Baccetti. Estaban trabajando en Young & Rubicam cuando les llegó una propuesta de Verdino, y en lugar de elegir una u otra, decidieron “salir a la calle”. Justificó, además, la ausencia de su socio: “A Baccetti no lo traje porque tiene ojos celestes y generalmente dice cosas que me perjudican”. Rememoró también anécdotas con Diego Maradona y cómo Guillermo Coppola se ponía celoso de su vínculo.
A Agulla le siguió Isabela Bayala, hermana de Carlos, quien representó a su hermano en un discurso muy sencillo: “Quiero agradecer la distinción para mi hermano, que obviamente no está acá, pero me pidió que viniera a buscarlo, que tenía la ilusión de que viniera junto con mis otros hermanos, que tampoco han podido. Está muy contento, está muy emocionado y yo también”.
Agradecimiento Carlos Bayala
En tercer lugar se subió al escenario Carlos Pérez, quien empezó su discurso jocosamente afirmando que iba a “hacerlo un poco más corto que Agulla”. Agregó que “los principios no son principios hasta que uno pierde dinero por ello” y que “es fácil ser exitoso si se tiene un buen talento, pero es realmente difícil ser brillante sin cagarse en nadie en el medio”.
Con broche de oro, Fernando Vega Olmos cerró el encuentro y admitió que era muy probable que llorara y que no entendía cómo nadie lo había hecho aún. Y concluyó: “Nosotros somos constructores de progreso y ojalá nunca nos olvidemos de eso y que estemos siempre orgullosos de eso. Lo que nosotros hacemos es ayudar a que la sociedad progrese, y eso no es poco. No sé si será mucho, pero no es poco. Creo que tenemos que estar muy orgullosos de la publicidad argentina”.