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La primera tarea en publicidad es encontrar algo diferente y memorable que decir. Varias campañas lograron eso esta semana al tomar objetos o tropos familiares y darles la vuelta.
Dejemos que Liquid Death convierta una experiencia saludable y familiar como las galletas de la suerte en algo tan negro como la noche. La marca de bebidas, en asociación con OpenFortune, creó las “Misfortune Cookies”, que son iguales a las originales pero con predicciones mucho más sombrías para nuestro futuro. (Una de ellas dice: “Vivirás una vida larga y feliz. No, espera. Lo siento. En realidad, eso era para la persona que está frente a ti. Las cosas no pintan bien para ti”). Los mensajes, tan sombríos que divierten, son perfectos para la marca y el novedoso canal de comunicación es perfecto para una empresa que se especializa en ellos.
Los carteles de naturaleza que muestran distintas especies de animales resultan familiares al instante. Esta campaña aprovechó ingeniosamente el género para transmitir un mensaje ambiental, mostrando los distintos tipos de basura que hay en las aguas de Nueva Zelanda como si fueran criaturas marinas. Los nombres y las ilustraciones (realizados por la artista de vida salvaje Erin Forsyth) tienen un toque lúdico que atrae al espectador, de modo que la letra más pequeña puede sugerir formas de solucionar el problema.
Hay algo muy tonto en cambiar el nombre de las galletas Goldfish por el de lubina chilena para sugerir que no son solo para niños, pero es genial en algunos niveles. Es divertido. Es autocrítico. Tiene un gran valor de relaciones públicas (varias cadenas lo retomaron) y un diseño divertido de paquete. Y también permite que la marca mantenga una vibra infantil, incluso mientras corteja a un público mayor. Esto le da encanto y accesibilidad a lo que podría parecer una captación de audiencia no tan sutil. Es genial lo que puede hacer un poco de humor.
Nike ha hecho tantos anuncios de felicitaciones para equipos deportivos campeones que se pierde la cuenta de todos ellos. Pero este, para los New York Liberty, se sintió fresco por su simplicidad y gran resultado visual: un gran acierto, aunque la canción suene más a los Yankees.
Para decir que los 410.000 canadienses que tartamudean tienen una voz única, John St. desarrolló 410.000 URL únicas que redireccionan al sitio Web de la CSA, cada una ligeramente diferente, representando todas las formas en que una persona que tartamudea podría pronunciar la dirección Web. La idea es fuerte. La escala de la tecnología es asombrosa. Los diseños de los anuncios son llamativos. Y todo el esfuerzo tiene una generosidad de espíritu que resulta inspiradora. Excelente trabajo en todos los ámbitos de la agencia John St.
