Marketing > Argentina | CONFERENCIA EN EL MARCO DE LA CUMBRE MÁS CARTAGENA 2024
Clara Cattarossi |
En el segundo día de +Cartagena, la consultora independiente de marketing presentó su enfoque de “marketing espiritual”, cuya premisa es hacer foco en el alma de las marcas. Adaptando las 4 Ps de Kotler, destacó que las marcas deben enfocarse en las personas, cumplir promesas auténticas, tener un plan claro y propósito, y trabajar con pasión para conectar con el alma del consumidor.
Mucho se habla del top of mind y del top of heart de las marcas pero, ¿qué hay del top of soul? En el segundo día de +Cartagena, Socorro Jaramillo, consultora independiente de marketing, compartió a la temprana audiencia la importancia del alma a la hora de comunicar.
Jaramillo es partidaria de lo que ella llama “marketing espiritual”, y para explicarlo mejor tomó como ejemplo las cuatro Ps de Philip Kotler (producto, precio, promoción y plaza), quien para ella es un maestro y un gran portador de sabiduría porque es parte de la generación de la “población de riesgo”, según dijo entre risas. Sin embargo, las reversionó para poner el foco en las conexiones humanas.
La primera P a la que alude es a la de “personas”. Entre los 80s y los 90s, la estrategia estaba centrada en el producto y sus atributos. De los 90s a los 2000s se hablaba de la marca, y años más tarde, del cliente. Para Jaramillo, hoy no debería tratarse ni de consumidores, compradores o clientes, sino de personas. Hay un individuo con el que las marcas tienen que entablar una relación y ser solidarios. “Hay que ponerse en los zapatos del otro, pero no siempre es suficiente porque pueden no servir esos zapatos. Lo importante es caminar con los zapatos del otro”.
También afirmó de manera vehemente que “el liderazgo hoy debe ser empático”, y para ello hay que lograr un click con dos tipos de personas:
1. El “nuevo ser”: un consumidor que es consciente, practicante de mindfulness y que está en la permanente búsqueda de seguridad y bienestar. Tiene un estilo de vida que apunta a retornar a lo básico, con una redefinición del lujo y una democratización de las tecnologías.
2. El comprador omnishopper: el comprador cambió su forma de invertir el dinero, pues lo hace de una manera más planificada e inteligente. Para ello, es importante que las marcas inviertan en la omnicanalidad, para que los productos estén disponibles día y noche en cualquier canal y dispositivo.
La segunda «P» refiere a “promesa”: la marca es la misma promesa, según Jaramillo, porque “no es solo ser, sino parecer”. Luego le sigue “plan”; en otras palabras, la estrategia, que incluye necesariamente tres factores: ubicación, dirección e inspiración. Para ello es muy importante el foco porque, “cuando uno no sabe para dónde va, cree que ya llegó”.
En cuarto lugar tenemos al propósito, y se lo descubre al preguntarse “¿A qué vino la marca al mundo?”. Para Jaramillo, aquí es donde se ubica el alma de la marca. Para ilustrar esta idea, compartió la historia del origen de Tabasco. Al preguntarle por su propósito, ellos dijeron “para que las comidas sosas dejen de serlo”.
Por último, y en relación a la última «P», se encuentra la pasión. De acuerdo a Jaramillo, hay que ponerle el alma a todo lo que hagamos. Es la única manera de ganar la batalla por el alma.