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Redacción Adlatina |

Max Gutiérrez: “Estoy satisfecho de haber contribuido a que cada operación quede en una mejor posición que cuando llegué”

El ex CEO de McCann Lima dialogó con Adlatina e hizo un balance de sus veintitrés años de trabajo en la red, donde pasó por las oficinas de Centroamérica, Costa Rica, Panamá y República Dominicana, además de Perú.

Max Gutiérrez: “Estoy satisfecho de haber contribuido a que cada operación quede en una mejor posición que cuando llegué”
Max Gutiérrez: “Estoy muy emocionado de enfrentar nuevos retos donde tenga que buscar soluciones creativas a todo nivel”.

Luego de más de dos décadas en la red, Max Gutiérrez puso fin a un ciclo profesional que lo llevó a liderar, además de Perú, las oficinas de McCann en Centroamérica, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.

En diálogo con Adlatina, el profesional recuerda los principales hitos y logros que la filial peruana cosechó bajo su liderazgo.

Además, hizo un balance de sus veintitrés años en la red.


—¿Qué balance hace estos veintitrés años en McCann y casi doce en Lima?
—Tremendamente positivo, como dirían los norteamericanos; “It’s been one hell of a ride”. La oportunidad de pasar por varios mercados y los retos que enfrentamos en cada una de las operaciones que pude liderar harán que estos años sean inolvidables. Muy satisfecho de haber contribuido a que cada operación quede en una mejor posición que cuando llegué, en todos los casos se tuvo resultados históricos. Siempre he pensado que la gente que forma un equipo es el motor que permite alcanzar hitos. Por eso, aposté por su crecimiento para impulsarles a creer que se puede ir por más, que se puede generar producto que sea reconocido a nivel local, regional o incluso mundial. Es interesante que en cada operación me obligué a resolver de forma única los problemas que enfrentaban y no tratando de aplicar la misma receta de los años anteriores. Los únicos ingredientes que siempre mantuve fueron apostar por el talento y la pasión por la creatividad.

¿Qué sensaciones tiene al ver cumplirse este ciclo después de tanto tiempo?
—Agradecimiento: por todo lo que me dio McCann en estos veintitrés años. Satisfacción: por lo que logró cada uno de los equipos de las distintas operaciones que tuve el privilegio de liderar. Tranquilidad: porque todo lo que se ha logrado en McCann Lima queda en buenas manos con Andrea (Roselló). Emoción y felicidad: por enfrentar una nueva etapa en mi vida. Laboralmente diría que sería la tercera (la primera con el Grupo Garnier).

¿Por qué siente que el momento es ahora?
—Porque nunca es realmente un momento ideal, muchas veces dilatamos decisiones buscando ese idealismo para un cambio y olvidamos que decidir es crecer. El que me conoce sabe que me encanta buscar nuevos retos y aventuras y hace ya un tiempo estaba inquieto, lo cual se sumaba a la etapa de la vida en la que estoy. La decisión se retrasó un poco a raíz de la pandemia y mi compromiso con la agencia de levantarnos después de ese duro golpe.

¿Cuáles fueron los principales hitos o logros de toda su gestión en la red (y en Lima puntualmente)?
—Del que siempre me voy a sentir más orgulloso: poder ayudar a la gente a crecer profesionalmente. Puedo decir que, por cada uno de mis años en la compañía, pude poner un granito de arena para que por lo menos una persona creciera, ya sea trasladándose a otro país (catorce solo de Perú), asumiendo funciones regionales o ascendiera en su cargo. Desde crear en conjunto una hoja de Excel con el check list de aspectos a resolver para poder ser promovido a otra operación, hasta tomar llamadas a las cuateo de la madrugada de un colega de Singapur por un traslado a esa operación, son pequeñas muestras que reflejan mi filosofía de que uno debe tratar de lograr que la gente pueda crecer y que, al lograrlo, se beneficia la persona y, por ende, el negocio. También está el haber logrado un turn around en las operaciones que lideré en Centroamérica y verlas colocadas en posiciones de liderazgo. O el lanzar en Panamá MRM para la región (con Nestlé como cliente fundador) a mi entrada a la compañía. De mis veintitrés años en McCann, veinte han sido lejos de Costa Rica, mi casa. Por eso, que el equipo de McCann San José ganará quince nuevos negocios en poco más de dos años se convierta en un hito muy especial para mí. En el caso de Lima había un objetivo clave a mi llegada, que era transformar su reputación creativa. Hoy se cuentan más de 1.550 reconocimientos creativos (incluyendo el primer y único Gran Prix para Perú y de McCann en la región), estar por cinco años consecutivos en el top ten del Global Effie Index, seis veces ganadores como agencia del año de Effie Perú y la que más Effies ha ganado históricamente. Esto, sin dejar de lado los resultados de negocio, que nos dejó en su momento solo por debajo de operaciones como la de Brasil, o ser hoy mundialmente unas de las pocas agencias fuera de WPP que trabaja con Coca-Cola.

—¿Qué cosas recuerda con más cariño y por qué?
—Si contamos la cantidad de personas con las que uno ha interactuado a lo largo de los años en los diferentes mercados, son miles y eso no tiene precio. Si bien en todas las historias siempre habrá personajes infames, en la gran mayoría ha sido gente linda. Con varios de ellos manejo grandes amistades y muchos han sido formadores de mi carrera. Entre mis recuerdos, está el día que me iba de Panamá, cuando me regalaron enmarcado el uniforme del equipo de fútbol de la agencia firmado por todo el personal. Eso lo guardo como un símbolo del gran trabajo en equipo que se logró hacer en la época que pase por allá. En Costa Rica, hubo un pitch de Walmart para Centroamérica, que recordaré por la participación de mucha gente de la red como un solo equipo, por el show que se montó y, sobre todo, la reacción del equipo cuando les comunique que habíamos ganado la licitación y con esto marcaba un cambio en el curso de la operación. Las reacciones de la gente ante el arte o frente a una sorpresa siempre me emocionan. Por nuestro 65° aniversario, en lugar de hacer una fiesta, invitamos por medio de ANIQUEM (Asociación de Ayuda de Niños Quemados, en Perú) a un grupo enorme de chicos que, desgraciadamente, habían sufrido quemaduras, y a sus padres, a una sesión privada en un circo, la cual fue apoyada por los clientes de McCann. La sonrisa de esos chicos y su familia se me quedó grabada en mi corazón. Cada uno de los clientes que nos dieron la oportunidad de ser socios tienen tendrán mi eterno agradecimiento por su confianza, pero debo dar mil gracias adicionales a Nestlé y Coca-Cola, que me acompañaron durante los veintitrés años en prácticamente todas las áreas de comunicación y en todos los países por donde pasé.

¿Qué expectativa tiene para lo que viene?
—Como lo mencione antes, estoy muy emocionado de enfrentar nuevos retos donde tenga que buscar soluciones creativas a todo nivel, en una industria tan retadora pero apasionante como la nuestra.