Marketing > Global | 25° ENCUESTA GLOBAL ANNUAL DE CEOS, DE PWC
Redacción Adlatina |
Bajo el título “Reimaginando los resultados que importan”, el estudio pone el foco en aquellas cuestiones que los CEOs consideran más relevantes para sus organizaciones. La encuesta fue realizada en un contexto pandémico e incluyó a cerca de 4500 CEOs de 89 países, entre economía global, aunque el panorama se ensombrece con amenazas, incertidumbres y tensiones. Entre los hallazgos: aún preocupa más un ataque cibernético o shock macroeconómico que desafíos como el cambio climático o la desigualdad social.
Crisis económica, tensiones sociales, necesidad de generar empleo, subida de precios son algunas de las problemáticas que enfrentarán este año los países de América Latina. Mientras el globo se prepara para el tercer año de pandemia, la incertidumbre sobre si con el fin de la ola de Omicron se verá la luz al final del túnel y el temor latente de que surjan nuevas cepas. Vacunación, cadenas de suministro, cambio climático, emisiones de carbono entre los principales aspectos que presionan a gobiernos, por un lado, y a compañías tecnológicas e industrias contaminantes, por otro. ¿Cómo será la recuperación económica entre países desarrollados y los que no lo están? ¿Cómo jugará la lucha entre las potencias, Estados Unidos y China?, algunos de los interrogantes que se barajarán al menos durante los primeros meses del 2022, sino más.
Mientras los CEOs a nivel global continúan enfrentando la presión generada por la pandemia de y las condiciones desfavorables del mercado con el aumento de la inflación y las interrupciones en la cadena de suministro, los resultados de la 25ª Encuesta Anual Global de CEOs de PwC, muestra cierto optimismo respecto de la economía global: Más del 77% predice que la economía global mejorará, mientras que solo el 15% espera un deterioro de las condiciones.
Como es de esperar, estos resultados presentan grandes variaciones entre países. En los mercados más grandes, el optimismo es más alto en India, donde el 94% de los CEOs anticipa un crecimiento global para el próximo año; también tienen una sólida tendencia alcista Japón (83%,) y Reino Unido (82%). Italia y Francia vieron grandes aumentos en el optimismo de sus CEOs, quizás como resultado de una recuperación económica más fuerte de lo esperado. En Italia alcanzó el 89%, mientras que Francia experimentó el mayor aumento creciendo en 25 puntos hasta el 85%.
En el otro extremo del espectro, el optimismo sobre la economía global disminuyó notablemente en Estados Unidos, 18 puntos hasta el 70%, y también cayó ligeramente en Brasil (7 puntos hasta el 77%), China (9 puntos hasta el 77%) y Alemania (cuatro puntos hasta el 76%), quizás porque la inflación y las limitaciones de la cadena de suministro se convirtieron en un problema mayor.
Si bien en Estados Unidos se muestran menos entusiastas acerca del desempeño de la economía global, tienen más confianza comparativa en las perspectivas de crecimiento de sus empresas, con un 40% extremadamente confiado en lograr un crecimiento de los ingresos en 2022.
Bob Moritz, socio a cargo global de PwC, explicó: “Si bien la pandemia en curso y la aparición de nuevas variantes ensombrecieron el año, el alto nivel de optimismo que encontramos habla de la fortaleza y resiliencia de la economía global y la capacidad de los CEOs para navegar en medio de la incertidumbre. No hay nada ‘normal’ en el mundo en el que estamos trabajando, pero nos vamos acostumbrando. Estamos viendo diferencias en los niveles de confianza entre los países y grandes desafíos, pero es reconfortante que los CEOs con los que hablamos en general tienen una visión favorable acerca de la evolución de la economía y sus negocios en 2022”.
La confianza para impulsar el cambio
Uno de los grandes desafíos es ir más allá del pensamiento cortoplacista y lograr que las empresas se centren en combatir la crisis climática y la brecha socioeconómica, lo cual aún está lejos de suceder.
Para esto es necesario un liderazgo audaz que una a los ciudadanos globales como solucionadores de problemas. Aquí entra a jugar el poder de la confianza. Los resultados de la encuesta sugieren una relación entre la confianza y la capacidad de impulsar el cambio.
Las firmas de capital privado y las compañías tecnológicas tienen a los CEOS con mayores ratios de optimismo (67% y 64% de los cuales, respectivamente, confían mucho en el crecimiento de su empresa). Entre los que expresan una perspectiva más tibia se encuentran los de los sectores automotriz (46 %) y hotelería y ocio (44 %).
Fuentes de crecimiento
Las organizaciones pequeñas y ágiles impulsan la innovación y esta atrae al crecimiento, de acuerdo con los resultados de la encuesta de PWC.
En este sentido, se destacan cinco tendencias de innovación, cada una de las cuales está generando una energía económica significativa, con sus consecuentes oportunidades: la plataforma de los servicios financieros de consumo, el ecosistema de vehículos eléctricos y la energía almacenada, la creación y expansión del metaverso habilitado por la tecnología, la convergencia en curso de la movilidad y el comercio digital, y la evolución virtual de la salud y la salud o bienestar.
Presiones que amenazan a la línea superior
A la hora de focalizar en aquello que más preocupa a los CEOs de cara al impacto que pueda tener en los próximos 12 meses, se revelan fuertes presiones por entregar resultados de primera línea.
Al igual que el año pasado, los directores ejecutivos están más preocupados por los riesgos cibernéticos (49 %) y la situación de salud mundial (48 %) a medida que persiste la pandemia. Curiosamente, los directores ejecutivos de los sectores de fabricación y consumo mostraron En tercer lugar en la lista de amenazas para todos los CEOs está la volatilidad macroeconómica, incluidas las fluctuaciones en el PIB, el desempleo y la inflación.
Las prioridades de los CEOs pueden ayudar a explicar que la desigualdad social se ubique al final de la lista de amenazas, dado que es menos probable que esté estrechamente relacionada con las ventas y la creación de valor durante los 12 meses a considerar. Otro aspecto que se encuentra abajo en la lista de preocupaciones es el cambio climático (solo los CEOs de empresas con ingresos superiores a US$10.000mn la pusieron como principal amenaza).
La preocupación por la capacidad de atraer y retener talento está fuertemente vinculada en la mente de los directores ejecutivos con los riesgos para la salud y la desigualdad social. Y a muchos directores ejecutivos les preocupa que los riesgos cibernéticos puedan inhibir tanto la innovación como las ventas.
Los resultados que importan
Objetivos relacionados con la satisfacción del cliente, el compromiso de los empleados y la automatización o digitalización incluidos en su estrategia a largo plazo son los resultados no financieros que se encuentran en la cabeza de la mayoría de los CEOs encuestados al estar entrelazados con el desempeño comercial diario.
Por debajo se encuentran aquellos relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero (el 13 % de los directores ejecutivos tienen estos objetivos en su bono anual o plan de incentivos a largo plazo), la representación de género en la fuerza laboral (11%) y la discriminación racial y diversidad étnica (8%).
La salvedad en este punto se encuentra en las industrias para las que el cambio climático presenta una amenaza existencial más directa.
“Agregar métricas ambientales, sociales y de gobierno (ESG) a los paquetes de pago ejecutivos puede ser una forma poderosa para que una empresa demuestre su compromiso con estos principios y ayudar a elevar dichas métricas a la cima de la agenda del CEO”, se sugiere en el informe.
En este sentido, el progreso en los problemas más difíciles de la sociedad se verá limitado sin una acción audaz por parte de los CEOs que administren los recursos corporativos críticos. Por el momento, los imperativos financieros a corto plazo siguen primando, incluso cuando las necesidades sociales más amplias exigen una mayor participación. Es por eso que, el reporte culmina con cinco prioridades que buscan contribuir a que los CEOs logren una diversa gama de resultados sostenidos. Estas son:
-Restabler la conversación: en un mundo donde el tiempo, la atención y los recursos corporativos son escasos, enmarcar las compensaciones de manera realista puede ser la única forma de atraer inversores y crear una agenda estratégica prudente, en lugar de una lista de deseos.
-Recalibrar habilidades: cuando los líderes se esfuerzan por reimaginar el lugar de su organización en el mundo y hacen malabarismos con una gama cada vez más amplia de prioridades en competencia, aquellos que tienen una mentalidad de crecimiento y que demuestran empatía y voluntad de aceptar el debate y la disidencia se vuelven más importantes que nunca.
-Reevaluar la sucesión: a planificación de la sucesión es un área en la que los líderes y las juntas pueden desafiarse a sí mismos de inmediato para comenzar a crear el futuro al que aspiran.
-Repensar los incentivos: la fuerte asociación entre incentivos, compromisos de netos cero y otros resultados no financieros sugiere que es hora de que las juntas directivas y los equipos de gestión analicen detenidamente el ajuste entre las prioridades que quieren que impulse su gente, los sistemas de gestión del desempeño que tienen en lugar y cómo reportan su progreso.
-Reimaginar la colaboración: abordar los desafíos más urgentes de la sociedad exige un nivel de cooperación sin precedentes entre líderes empresariales, funcionarios gubernamentales, formuladores de políticas, inversores y organizaciones no gubernamentales (ONG). Cada uno puede apoyar y mejorar las capacidades de los demás.
“En la medida en que las empresas altamente confiables piensen y actúen de manera diferente, y esas acciones puedan ayudar a cerrar la brecha entre las expectativas de la sociedad y el sistema en el que operan los directores ejecutivos, la confianza puede ser un facilitador significativo del cambio. Y es solo a través del cambio, audaz, innovador y sin límites, que podemos asegurar nuestro futuro colectivo”, concluye el informe.